Los clubs de lectura son propuestas que están en aumento a nivel autonómico, ya que estos grupos proliferaron en el presente curso en un 11% con la incorporación de 47 centros educativos nuevos, de los que seis pertenecen a la comarca. Cada uno de los colegios participantes tiene asignada una cuantía de entre 500 y 1.230 euros para destinar a la adquisición de libros, así como para gastos derivados del funcionamiento de la iniciativa.
La ayuda económica varía en función del tipo de centro y de la propuesta que presente, y más allá del primer objetivo al que se destina, los ejemplares que se obtengan a través de la misma pasarán a formar parte de los fondos de la biblioteca escolar.
Existen 458 centros educativos que desarrollan clubs de lectura en sus instalaciones este curso con el apoyo de la Xunta, que pretende colaborar en alcanzar los objetivos del nuevo programa de mejora de la competencia lectora, para lo que destina un total de 400.000 euros.
Entre los participantes, 19 colegios de los cerca de 50 que se incorporan este año pertenecen a la provincia de A Coruña. Es el caso de los CEIP Plurilingües A Magdalena, de As Pontes de García Rodríguez; Os Casais, en Fene; Ángela Ruiz Robles y San Xoán de Filgueira, en Ferrol. Asimismo, se suman el IES Punta Candieira, en Cedeira, y el CEIP de Maciñeira, en Neda.
El programa de clubs de lectura, junto con el Plan de Mellora de Bibliotecas Escolares –Plambe–, Biblioteca Creativa, Radio na Biblio, Lectura en Familias, Bibliotecas Escolares Solidarias, entre otras, se enmarca en el Plan LÍA –Lectura, Información, Aprendizaxe–. Así pues, a través de esta iniciativa, se trata de consolidar los hábitos lectores, fomentar las competencias básicas del alumnado como la comunicación lingüística social, cultural o artística, así como el trabajo en equipo y el diálogo intergeneracional, ya que están abiertos a la participación de las familias.
El club de lectura de un centro educativo consiste, en términos generales, en la promoción de la participación de un grupo de alumnos y alumnas con el objetivo de compartir sus experiencias lectoras, con la mediación de una persona adulta que conduzca todo el proceso.
Las bibliotecas son el hábitat natural más común en este tipo de iniciativas, que normalmente se enriquecen con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, debido a su capacidad de contribuir a la lectura en soportes diversos, permitiendo introducir narrativas transmedia y facilitando la difusión de actividades.
Además, admiten la participación de adultos de la comunidad educativa, lo que propicia el intercambio de experiencias intergeneracionales. En definitiva, aparte de la dinamización de la lectura y de ámbitos de aprendizaje clave para la vida, los clubs constituyen espacios de convivencia y educación ciudadana.