A las 00.30 horas de este viernes comienza la primera propuesta de la sala La Room del fin de semana –la segunda es mañana sábado con la banda local El Cruce, a las 00.15–, la del dúo formado por la vocalista Susana Adalid y el teclista y compositor Hugo Martsan, que ofrecerán un repertorio poco habitual de temas de los años 80 y 90. “Quien venga”, asegura la cantante ferrolana, “va a escuchar versiones que no ha escuchado nunca. La gente que ha vivido esa época con intensidad y que tiene todo eso en la memoria se va a trasladar mentalmente a momentos muy bonitos de su vida”. Amistades Peligrosas, Cher, Whitney Houston, Revólver o el “She´s Like The Wind” que cantaba Patrick Swayze en “Dirty Dancing” son solo algunas de ellas.
Los caminos de Susana y Hugo se cruzaron definitivamente hace apenas unos meses, en junio. Se conocían, pero, recuerda la vocalista, “nunca habíamos coincidido en ningún proyecto. Hugo es profesor en A Escola da Vaca y trabajamos con gente en común, como Óscar Fojo, pero nada más”. Hasta que la intención de Susana de “hacer algo de los 90 con piano para que luciera un poco la voz” la llevó a llamarlo para plantearle su idea. La conexión fue inmediata. “Surgió la magia desde el primer momento. No con todo el mundo se toca igual. Hugo es un crack de músico, es superprofesional y nos compenetramos muy bien. Hemos empezado, para conocernos y empastar, con versiones de los 90, pero la idea nuestra es componer”, adelanta la cantante.
La propuesta de Susana Adalid y Hugo Martsan es peculiar no solo por el tipo de versiones que ofrecen, sino por la procedencia musical de ambos. “Los dos venimos de mundos totalmente distintos. Yo vengo del rock y del heavy –más de 15 años en Lady Evil– y él, del jazz y de colaboraciones con gente que hace música más tradicional”, recuerda la cantante. Pero las sensaciones tras el primer encuentro de ambos ha roto esas (teóricas) barreras. “La verdad es que siempre he escuchado todo tipo de música”, reconoce Adalid, “y a pesar de que nunca he compuesto, ahora que tengo el tiempo, las ganas y la persona con la que me apetece gastar ese tiempo y esa energía no me quiero cerrar puertas. No tenemos una idea del estilo porque hemos notado tanta magia en nuestra relación musical que vamos a ver qué surge, qué estilo surge, porque no queremos ponernos una etiqueta. Tocar con otra gente no es difícil, pero notar esa conexión, entenderse sin hablar... No es tan fácil. Tenemos mucha ilusión con este proyecto”, finaliza.