El máster Erasmus Mundus en Sostibilidade e Industria 4.0 aplicada ao sector marítimo fue la puerta de acceso a Ferrol de Valentina Piedrahita. “Yo amo los barcos y en Colombia había buscado carreras relacionadas con la ingeniería naval. Allá no hay tanto campo de acción en el desarrollo naval y tuve que estudiar ingeniería mecánica, pero dentro de la universidad me enfoqué un poco en la naval por un grupo de investigación. Uno de mis compañeros me recomendó un Erasmus”, explica. En Nápoles comenzó el programa y el segundo semestre –febrero de 2024– le esperaba Ferrol.
“Fue un proceso muy bonito porque en la entrevista que nos hace Marcos (Míguez) nos dieron toda la información de lo que hay en la zona, conocimos el entorno con un guía turístico y todo eso a mí me encantó, la verdad. Me recuerda mucho a mi casa, sobre todo por el calor humano. Ferrol es una ciudad chiquita, pero se mantienen muy unidos”.
La adaptación de Valentina fue rápida. “En la EPEF y en el Hackathon conocí a varias compañeras de la universidad y pronto conectamos, salimos juntas... Asistí a muchos eventos locales y me decían: ‘Tú ya eres ferrolana’”.
Pero no solo Valentina, también al resto de compañeros del máster. “A todos nos gustó mucho Ferrol y los que tuvieron que irse porque en el tercer semestre hay que elegir y no todos podíamos escoger quedarnos, se pusieron tristes y decían que extrañaban la comida y el ambiente”, relata.
Valentina hizo las prácticas profesionales en Ghenova desde septiembre de 2024 hasta finales de febrero. “Me pareció un ambiente laboral muy chévere. Ahora ya estoy graduada y mi idea es continuar”, asegura. La firma le ofreció un empleo y ella lo aceptó. “Quiero continuar acá, no siento que me quiera ir a otro sitio”, reconoce la ingeniera de Cali.