Los vecinos de Ferrol se plantan ante la proliferación de heces caninas por las calles

El gobierno local está estudiando una iniciativa en dos fases para combatir estas conductas incívicas
Los vecinos de Ferrol se plantan ante la proliferación de heces caninas por las calles
Dueño de un perro cumpliendo con su deber cívico | Jorge Meis

Quien tiene un perro, tiene un compañero fiel para toda la vida, pero también un compromiso con el mismo, a la hora de cuidarlo y quererlo, y también con la sociedad, dado el grado de civismo que se espera de quien hace uso de los espacios públicos con sus mascotas. Lamentablemente, aunque la gran mayoría comprende y acepta la necesidad de cumplir con ciertas normas para facilitar la convivencia, como no dejar libre al animal en espacios no permitidos o preocuparse de que el mismo no moleste a otras personas, este no siempre es el caso, especialmente en lo referente a recoger las heces de sus cánidos.


En los últimos días, numerosos vecinos de la ciudad naval trasladaron a Diario de Ferrol sus quejas por el notable aumento de deposiciones de perros por las calles de la urbe. La normativa al respecto es clara: es obligatorio recoger los restos, independientemente de si se trata de la calzada o una zona ajardinada, y tirarlos a una papelera. De no cumplirla, los infractores se enfrentan a multas de entre 100 a 500 y que pueden aumentar en un orden de magnitud en caso de reincidencia.


No obstante, como apuntaron las asociaciones de vecinos consultadas, para que estas conductas incivicas dejen de darse es muy importante la concienciación y también que las mencionadas medidas punitivas se hagan efectivas. El problema, aseguran, es que a día de hoy la Policía Local, bien por falta de efectivos o por concentrarse en otras labores, no están actuando con contundencia en este ámbito, lo que parece haber generado una sensación de impunidad.

 

Campaña


Respecto a esta problemática, desde la Concellería de Benestar Animal se adelantó que se está estudiando la realización de una campaña en dos fases junto con la Policía Local. La primera tendría un carácter informativo, con el objetivo de visibilizar esta coyuntura y que los vecinos tomen conciencia de lo que acarrea no recoger las deposiciones caninas. La segunda sería directamente punitiva, desplegando un mayor número de agentes municipales en aquellos puntos en los que se detecten más heces y en los horarios con un mayor flujo de vecinos paseando sus mascotas –generalmente a primera hora de la mañana y última de la tarde–.


Esta iniciativa, dado que el verano es la época del año más ajetreada para la Policía Local por el gran incremento de visitantes en la ciudad naval, tendría lugar previsiblemente en septiembre u octubre, aunque, como se señaló, sigue en fase de estudio.


La última campaña realizada en Ferrol sobre este ámbito data del mes de marzo de 2022, aunque se centraba principalmente en las micciones caninas, no las deposiciones, y el daño que estas producen en el mobiliario urbano. La propuesta, bajo el lema “Un pis límpase nun plis. Móllate” y con un cartel que empleaba un estilo artístico cuanto menos único, buscaba convencer a los ferrolanos de que, junto a la bolsa plástica para los excrementos, era necesario también llevar una botella para limpiar el pis. Para facilitar la labor, el Concello repartió 2.500 litros de vinagre y otros tantos recipientes –1.400 a ciudadanos y el resto a clínicas veterinarias– para que los vecinos pudieran mezclarlo con agua y así sanear el lugar en el que su mascota había realizado sus necesidades.

 

Barrios


En cuanto a la situación concreta de los barrios, los diferentes presidentes de las Asociaciones de Vecinos consultadas coinciden casi palabra por palabra en sus valoraciones.


Pedro Sanz, representante de los habitantes de A Magdalena, señala que “en general la gente cumple”, pero que también hay muchos casos en los que los dueños de los animales “no se preocupan por los demás” –de hecho es una de las principales quejas que recibe la entidad–. En este sentido, el presidente de la AVV señala que esto no solo sucede en los parques, sino en todas las calles, dándose incluso casos de caídas de personas al resbalar con una deposición. “Hay desaprensivos que se creen que tener un perro es sencillamente tener una mascota y no se dan cuenta de que hay que cuidarlo, sacarlo...”, lamenta Sanz, incidiendo, además, en que esto no solo es negativo para los ferrolanos, sino también para la urbe en sí, porque “viene gente de fuera y piensa que esta es una ciudad sucia”.


Por su parte, el presidente de Asociación Vecinal de Canido, Roberto Taboada, detalló que los representantes de la entidad tuvieron la semana una reunión con la edila de Seguridade, Pamen Pieltain, y el jefe de la Policía Local, José Antonio Chao, donde, entre otros temas, se abordó la problemática de las heces de perros. “Hai como certa deixadez no tema do control”, lamenta Taboada, señalando que en la zona hay muchos propietarios de mascotas que han presentado quejas de algunas personas que no solo se niegan a cumplir la normativa, sino que además adoptan actitudes “belixerantes” cuando se les llama la atención. “Están creando un estado de tensión bastante grande cos outros donos e coa veciñanza en xeral”, detalla, incidiendo en que esto se está dando incluso en el parque Antón Varela, donde siempre hay menores jugando y que está planteado como un espacio de esparcimiento para toda la vecindad.


De un modo similar se expresa la máxima responsable de la AVV de Ultramar, Natalia Ares, que señala que las heces de los perros en aceras y zonas verdes son “las quejas más recurrentes de los vecinos”. “Las calles están hechas un asco, porque es que da igual por donde vayas, ten encuentras de todo por todos lados”, apunta, subrayando que se trata principalmente de “un problema de civismo”. En este barrio, al igual que en Canido, también se enfrentan a la tesitura de que los infractores adoptan posturas agresivas al ser amonestados, lo que agrava más si cabe la situación.

 

Sanciones


En cuanto a las posibles soluciones para esta problemática, los tres representantes vecinales coinciden en que se trata de una situación compleja que no se va a solventar de la noche a la mañana, pero que en cualquier caso es necesaria una mayor seriedad o contundencia con las sanciones.


Pedro Sanz, por un lado, considera que es necesaria una nueva campaña de concienciación, pero también una de prevención en la que “la Policía Local vaya a pie y patrulle por las calles”. “Hace falta más policía de barrio y así se eliminarían muchos de los problemas con los que nos encontramos”, afirma tajante.


Taboada, por otro lado, señala que la recogida de heces, al igual que los estacionamientos en la acera o los botellones en puntos como el baluarte o el lavadero de Canido, apuntan a “un código de educación” que no se está respetando. En este sentido, el presidente incide en que cualquier iniciativa de comunicación por parte del Concello debe ir acompañada de otra de corte “máis executiva”. “O peor que lle pode pasar a unha sociedade é que quen non cumpre as normas se saiba impune ao cometer a infracción”, explica Roberto Taboada, que se muestra favorable a tomar medidas punitivas, bien a través de multas o mediante trabajos para la comunidad –como en este caso, teniendo que recoger los excrementos de un parque–. En cualquier caso, lamenta que a día de hoy el control de estos comportamientos está siendo demasiado “laxo”.


Por último, Natalia Ares apuesta por campañas proactivas, como una llevada a cabo por el Concello hace años en la que se distribuían las bolsas entre los vecinos de la ciudad con mascotas. “Era una forma de motivar a la gente”, señala, “si el problema era pagar las bolsitas al menos ya no tenían que hacerlo”. No obstante, Ares también apunta a que, si bien no es la medida más positiva, el sancionar a los infractores es en muchas ocasiones la única forma de que los infractores acepten cumplir con las normas cívicas. 

Los vecinos de Ferrol se plantan ante la proliferación de heces caninas por las calles

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