Varios vecinos de Recimil, residentes en el número 2 de la calle Mugardos, denunciaron ayer que llevan más de cuatro meses sufriendo una fuga de agua pese a avisar de la misma en reiteradas ocasiones al Concello. La avería, al parecer en una canalización de la fachada, está afectando tanto al exterior del inmueble como a varias viviendas del interior, así como al bajo y el portal del edificio.

“Lleva ya varios meses saliendo agua para la calle y ahora mismo es espantoso como está esto”, lamenta uno de los residentes, afirmando que la fuga es continua dentro y fuera del edificio, creando “un río” por la acera –en un principio el problema solo era en el frente, pero con el paso del tiempo comenzó a filtrarse al interior–. De igual modo, este afectado explica que el mayor temor de los vecinos es que la fuga provoque un cortocircuito con el cuadro general de electricidad de la fachada o el de fusibles del portal, especialmente este último, dado que el agua cae por encima del mismo. “Cualquier día explota eso, porque como haga contacto el piso entero se va a la porra”, asevera.

Asimismo, el residente insiste en que “se mandaron fotos, quejas, de todo, pero aquí no aparece nadie”, detalla, explicando que desde el Consistorio se les dijo que se mandaría una cuadrilla a reparar el desperfecto, pero que meses después todo sigue igual. Los efectos de la fuga, tras tanto tiempo, se hacen evidentes a simple vista, con musgo creciendo a lo largo de la fachada y la pintura del portal abombada y desconchándose por la humedad. De igual modo, este vecino apunta a que el agua también está reblandeciendo todo el yeso del exterior, por lo que teme que, de no arreglarse, podría llegar a dañar la estructura.

Por último, el residente también afea al consistorio el retraso en las labores de poda de los árboles de la calle, afirmando que las ramas ya tocan en las ventanas y que son los propios habitantes las que tienen que cortarlas desde su casa para que no se rompan los cristales.