Pablo Pizarro, el dueño del exitoso negocio la Empanada Viajera, celebró el 26 de septiembre su segundo aniversario llevando a cabo una programación basada en catas “a ciegas” de empanada. Las catas se celebraron en su obrador de la calle José Baldomir, con el objetivo de resaltar la calidad de sus productos y explorar las preferencias en cuanto a rellenos y elaboraciones.

Con esta iniciativa, Pizarro explicó que busca profundizar en la apreciación de las empanadas de alta calidad y dio a conocer todos los detalles detrás de sus creaciones, desde el proceso de elaboración hasta cómo se comportan las masas dependiendo del relleno de la empanada. Además, anunció que seguirá organizando este tipo de encuentros.

"La idea es organizar una cata cada mes y continuar las comparaciones con las empanadas industriales. Queremos explicar el porqué de cada proceso”, anticipó el chef.

En el obrador de la Empanada Viajera, reunió a un grupo de aficionados a la gastronomía. Estos comensales debieron adivinar los variados rellenos y valorar la masa, el sabor y el relleno de cada una de las muestras, para luego compararlas con las empanadas más vendidas por la empresa. 

Seis fueron los sabores presentados por Pizarro que lograron cautivar a los invitados. Se presentó la tradicional y más vendida empanada de bonito, seguida de la de xoubas, también muy demandada, para luego pasar a algunas más innovadoras como la de mejillones con chorizo o la de zorza con pimientos de padrón.

Con este programa de catas, Pablo Pizarro busca seguir innovando y mejorando la calidad de sus empanadas, compartiendo con sus clientes la pasión y el compromiso que tiene con su negocio en su segundo año de éxito.