Los últimos veteranos vivos de la campaña de Normandía en la Segunda Guerra Mundial se congregan estos días para su un nuevo peregrinaje por las playas, ciudades y campos donde combatieron hace 80 años, y que seguramente será el último para la gran mayoría de ellos.
Algo más de doscientos veteranos de todos los países, sobre todo estadounidenses, esperan las autoridades francesas para este las conmemoraciones del 80 aniversario del Desembarco de Normandía, que se cumple mañana, jueves.
Los grandes aniversarios con ceremonias internacionales congregan a más antiguos soldados, pero la elevada edad de todos (casi todos son centenarios, y los que no, andan muy cerca) hace muy poco probable que puedan retornar para la efeméride en 2029 o posteriores.
Un grupo de 48 llegó el lunes desde Estados Unidos al aeropuerto de Deauville a bordo de un vuelo especial desde Atlanta, y tras bajar del avión fueron colocados en sillas de ruedas para que se desplazaran con más comodidad.
Pero, sin importarles su avanzada edad y su reducida movilidad, y tal vez conscientes de que puede ser la última vez que pisan la arena de estas playas, han vuelto para pedir que el mundo no olvide su mensajes de los costes que implica la libertad ni su sacrificio ni el de sus camaradas caídos por la liberación de Europa de la ocupación nazi.
Ayudados por voluntarios de varias asociaciones, se desplazan estos días por numerosos actos por toda la región a fin de recibir homenajes y departir con ciudadanos y con dirigentes.
El presidente francés, Emmanuel Macron, condecorará a varios grupos con la Legión de Honor en las ceremonias de mañana, tanto la estadounidense como la internacional.
Su homólogo estadounidense, Joe Biden, también departirá con algunos durante la ceremonia que organiza su país en el impresionante cementerio de Colleville sur Mer, y varios miembros de la familia real británica harán lo mismo hoy y mañana en varios puntos del antiguo frente de las tropas anglocanadienses.
Hay casos como el de Ken Cooke, un exsoldado británico de 98 años que saltó de una lancha a los 18 en la playa Gold, que ha vuelto por última vez a petición de dos amigos veteranos, fallecidos recientemente, para esparcir parte de sus cenizas en la arena, según ha explicado a la prensa de su país.
Un grupo importante de veteranos estadounidenses acudió el lunes el Memorial de Caen, el principal museo de Normandía, para visitar la exposición 'L'Aube du siècle américain 1919-1944' (El amanecer del siglo americano 1919-1944). según explicó a EFE su director, Kléber Arhoul.
"Yo hice la exposición pensando en ellos", asegura Arhoul, también comisario de la muestra, que explica que se trata de una mirada francesa y estadounidense sobre el período en el que creció esa generación, que en EE.UU. ha sido definida como "la más grande".
"Estaban conmovidos hasta las lágrimas", detalla el comisario, porque "se reencontraron su juventud" en una exposición que mostró a estos hombres de hasta 102 años la música, el deporte y el modo de vida de hace ocho y nueve décadas, o incluso la Gran Depresión que comenzó en 1929.
El 6 de junio de 1944 los aliados desembarcaron en suelo francés 132.000 hombres, más otros 24.000 paracaidistas, con un total de 10.000 bajas, de ellas 4.415 muertos. Pero en los dos meses y medio que duró la batalla de Normandía se calcula que ambas partes sufrieron 425.000 bajas entre muertos, heridos y desaparecidos.