Ferrol, hoy y mañana (I)

Entre otras características, si quisiéramos hacer una valoración de una ciudad, se tendrían en cuenta su urbanismo, imagen y grado de conocimiento, comunicaciones, historia, vida cultural, su industria y mercado laboral.


Saneamiento de la Ría, remodelación de espacios públicos como calles Espartero, San Francisco, Iglesia, Sol, Pardo Bajo, Lugo, Carmen; plaza del Callao, de la Ilustración, Rancho da Praça-Rendilheiras, Cantón, Reina Sofia son obras que nos muestran la gran trasformación urbana que Ferrol ha experimentado en las últimas décadas. Como en todo hay luces y sombras; actuaciones como la plaza de España, Armas, y ayuntamiento podrían haber sido más afortunadas. Añadir también, la falta de alternativas a los aparcamientos eliminados, la pendiente rehabilitación de las ruinas de la casa natal de Carvalho Calero o dejar morir el primer recinto ferial de Galicia. Aun así ―y dejando a un lado a los agoreros de costumbre― la renovada imagen es francamente positiva y hace una ciudad más atractiva y acogedora para propios y extraños. Inversiones en la rehabilitación de Ferrol Vello, A Magdalena, Esteiro y A Graña no pasan desapercibidas, como tampoco las obras de Acuaciencia y del Montón que lo convertirán en un verdadero parque botánico.  El futuro, todavía es más alentador. Los actuales trabajos de As Pías para transformarla en un bulevar, el macroproyecto de abrir Ferrol al Mar ―ya empezado por el puerto―, la futura ciudad del deporte y la urbanización del espacio comprendido entre los antiguos cuarteles de Sánchez Aguilera y la proyectada estación intermodal darán el espaldarazo definitivo a una urbe moderna y humanizada. Es la trasformación de este último espacio mencionado uno de los avances que más influirán en la nueva imagen. Su situación entre una de las entradas a la ciudad por Catabois y Canido, la estación intermodal y el propio barrio de La Magdalena   lo convertirán en una zona privilegiada para vivir. Prácticamente en el mismo centro se formará suelo urbanizable para la construcción de vivienda, además de servicios, con todas las ventajas constructivas actuales; calles amplias, aparcamientos, edificios públicos ―futuro palacio de justicia o el actual museo de la naturaleza― y residenciales. Actualmente, un paseo detenido por Ferrol nos hará ver el importante esfuerzo inversor, los cambios y lo que está por venir. La historia; la imagen y actividad cultural, comunicaciones, situación laboral también son esperanzadoras y serán objeto de reflexión en otro capítulo.

Ferrol, hoy y mañana (I)

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