El próximo fin de semana, Movimiento Sumar se convertirá en un partido instrumental que permitirá la doble militancia, renunciará a limitar la soberanía de los partidos integrados, tendrá una dirección colegiada con labores propias de una coordinadora y celebrará primarias para restaurar puentes con Podemos y no tirar cientos de miles de votos a la basura. Espero lo mejor pero temo lo peor, porque a los que están “a la izquierda del PSOE” les falta cintura política y les sobra un sentido del honor tan desmedido, que parece surgido de los dramas de Calderón de la Barca. Tendremos una pista en las próximas elecciones autonómicas de Castilla y León que se celebrarán a más tardar en febrero de 2026. Si Podemos mantiene que lo conveniente sólo es correcto si lava las afrentas recibidas de Yolanda Díaz, las vías de aguas no se repararán, y todos se hundirán proclamando que la culpa es de los otros.