La vergüenza de Europa

El Gobierno sigue poniéndose medallas con la evolución de la economía en nuestro país. Lo hizo el propio presidente del Gobierno este fin de semana en el congreso de la vergüenza y la exaltación de la figura del líder y también de los imputados y condenados por corrupción. Pero, la realidad tiene la costumbre de imponerse a los discursos panfletarios y demagogos. Y un mes más, las cifras se empeñan en demostrar que España tiene un problema laboral, mayor si nos comparamos con nuestros socios de la Unión Europea.


El pasado noviembre, según cifras oficiales, desde 2019 no veíamos un mes tan malo para el empleo, ya que los afiliados a la Seguridad Social cayeron en 30.051. Solo en la hostelería se destruyeron 118.700 puestos de trabajo, lo que demuestra una vez más que nuestro mercado laboral depende de la estacionalidad y la temporalidad. En cuanto al paro, descendió en poco más de 16.000 personas, la cifra más baja desde noviembre de 2007. Sin embargo, ya sabemos desde la reforma laboral de Yolanda Díaz que las cifras de desempleo están maquilladas al no tener en cuenta a los trabajadores con un contrato fijo discontinuo y que están inactivos. Cobran el paro, pero no figuran en las listas, y que suman ya más de 600.000. De hecho, según un estudio del sindicato USO, “en Baleares el número de parados registrados en todas sus modalidades, supera a los perceptores de algún tipo de prestación por parte del SEPE”.


Otro dato clave para conocer la evolución de la actividad económica es la contratación y aquí también se observa un descenso superior al 4% con relación al mismo mes de 2023. Se frena la contratación indefinida. Sólo el 42% de los contratos indefinidos realizados son a tiempo completo, mientras aumentan los realizados a tiempo parcial.


En todo caso, y por más maquillaje que le pongan al asunto, España sigue siendo un mes más el campeón del paro en Europa, según Eurostat. Mientras la tasa de desempleo en la eurozona es del 6,4%, mínimo de toda la serie histórica, y del 5,9% si tenemos en cuenta el conjunto de la Unión Europea, nuestro país sigue estancado en una tasa superior al 11%. El siguiente entre los torpes es Grecia, que ya está por debajo del 9,5%. Y en cuanto al desempleo juvenil, líderes también con el 26,7%.


Lo decepcionante es que pese a estos datos que se repiten mes tras mes, el Gobierno sigue preparando medidas que lejos de sacarnos de esta situación nos hundirán más en ella. En breve, asistiremos a dos muy relevantes: la subida del SMI y la reducción de jornada.

La vergüenza de Europa

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