El vertido de gasoil que se produjo ayer en el puerto de Pontedeume tras el hundimiento del pesquero “Jato Roxo” se ha cuantificado, según las estimaciones iniciales, en no más de treinta litros. El barco ya está amarrado en el pantalán.
El alcalde del municipio, Bernardo Fernández, explicó ayer que tras hablar con el propietario de la embarcación el motor no se ha visto afectado por este episodio y, de hecho, se ha podido arrancar con normalidad.
“En principio, coa información da que dispoñemos”, añadió el regidor, “o verquido tería a súa orixe no gasoil que había dentro do motor, entre 20 e 30 litros, aproximadamente, pois o depósito de combustible é estanco e os máis ou menos 200 litros que tiña dentro aí seguen”.
La Xunta activó poco después de conocerse el vertido el Plan territorial de Continxencias por contaminación mariña accidental da Comunidade Autónoma de Galicia (Camgal). Se movilizó el auxiliar del remolcador de altura de Gardacostas, el “Ría de Vigo”, que constató el “pequeno alcance da mancha de combustible” y se desplegaron las barreras absorbentes en el punto en el que se hundió el “Jato Roxo” para confinar el material contaminante, según informó la Consellería do Mar. Poco después llegó el personal de la Armada para comenzar los trabajos de reflote que concluyeron ayer. Por la tarde, además, se desactivó el Camgal.
“O verquido é chamativo porque o gasoil non se dilúe na auga nin se afunde, senón que queda na superficie”, señaló Bernardo Fernández, que añadió que, tras hablar con los responsables de la cofradía de pescadores, “están relativamente tranquilos e non cren que vaia ter ningún tipo de afección tendo en conta as características do verquido”. Ademais, deseó que el barco se pueda poner de nuevo en operación “canto antes” porque “hai dúas familias que dependen integramente dos ingresos que xeran a través desa embarcación”.