Las excavaciones que se llevan a cabo con motivo de la segunda fase de la obra de rehabilitación del castillo de Moeche, han sacado a la luz fragmentos de objetos asolados por el fuego durante la primera revuelta Irmandiña, fechada en 1431.
El arqueólogo que está al frente de la investigación, Emilio Ramil González, cuantificó en más de 700 los restos de cerámicas, vidrios y hierros recuperados en el suelo de una única estancia de la fortaleza, la denominada de la servidumbre. La riqueza patrimonial recuperada en toda la superficie de la fortaleza puede estar en torno a las 4.000 piezas, según el arqueólogo.
Muchos de los elementos corresponden a platos, ollas y hierros relacionados con las puertas y ventanas que, como consecuencia del levantamiento protagonizado por el popular Roi Xordo, fueron pasto de las llamas y han permanecido enterrados por posteriores reformas realizadas en esta significativa construcción medieval de la comarca de Ferrol.
Entre estos vestigios también fueron localizadas monedas que estuvieron en circulación entre los siglos XII y XVI, en concreto dos maravedís de los Reyes Católicos y numismática de cobre de la época de Felipe IV y Carlos II, y fragmentos óseos de cráneos y costillas correspondientes a mulas, caballos, jabalíes, oveja y vaca, entre otros animales. En su día, todas estas reliquias patrimoniales entrarán a formar parte de una exposición permanente y didáctica.