Una herramienta de inteligencia artificial en TikTok, que modifica el rostro y cuerpo de los usuarios para simular sobrepeso, ha desencadenado una ola de críticas globales. Conocido como el filtro "chubby" ("rellenito", en inglés), este recurso ya es viral. Son millones las publicaciones donde los usuarios comparan su apariencia "antes y después" y bromean sobre ello. Sin embargo, colectivos contra los trastornos alimenticios, expertos en salud mental y creadores de contenido exigen su eliminación por considerar que fomenta el "body shaming" (vergüenza corporal) y una cultura tóxica hacia el peso.
El filtro, diseñado por usuarios externos y no por TikTok, utiliza algoritmos de IA para redondear mejillas, ensanchar la mandíbula y agregar volumen al cuerpo. Aunque algunos lo usan de forma humorística, los expertos alertan de su posible impacto en los adolescentes que luchan permanentemente con la insatisfacción por su imagen.
Lo que resulta más perturbador es que es el propio algoritmo de la aplicación el que lanza la recomendación de utilizar este filtro sin buscar contenido relacionado. Una vez que se use, la plataforma comenzará a sugerir vídeos que promueven dietas extremas y el empleo de otro filtro esta vez para “adelgazar con IA”.
Y esto es especialmente preocupante, porque los algoritmos priorizan el “engagement”, no la salud mental. Así que si un usuario frágil interactuara con esto, entraría en un bucle de contenidos dañinos.
Carmen Mendonça, nutricionista de la Asociación de Bulimia y Anorexia de A Coruña (ABAC) advierte de que "muchos pacientes con trastornos alimenticios, mujeres en su mayoría, muy activos en redes sociales, aún no ven el problema: normalizan los filtros o los mensajes tóxicos como si fueran una verdad. Otros, afortunadamente, reconocen el daño del culto al cuerpo delgado". "Cuando un joven verbaliza que ‘estar delgado es lo sano’ o critica su cuerpo, es una alerta roja. Puede derivar en conductas restrictivas, ejercicio compulsivo o proyección de esa insatisfacción hacia otros", señala.
"El problema no es solo un vídeo aislado: la exposición diaria a esta desinformación crea una idea distorsionada de la salud. Sin educación nutricional, los jóvenes absorben mentiras peligrosas, como que ‘un vaso de limón en ayunas quema grasa’".
Carmen recomienda que los padres supervisen el uso de redes sociales. "No se puede dejar a adolescentes solos frente a contenido que promueve odio corporal o dietas milagro", indica. "En los colegios, hay que hablar de diversidad corporal y desmentir mitos. Es crucial hacerles ver que los cuerpos son distintos y explicar que las calorías no son enemigas: son energía vital".
Del mismo modo, Carmen nos recuerda a los adultos que debemos tener presente que "los comentarios casuales sobre el físico, incluso en casa, calan negativamente. Decir ‘hoy estoy gorda’ frente al espejo o criticar a un famoso por su peso enseña a los niños que juzgar cuerpos es aceptable, y no lo es".
A pesar de las presiones, TikTok no ha respondido sobre si retirará el filtro. La plataforma prohíbe en sus normas el “discurso de odio" y el "acoso", pero no menciona explícitamente los filtros corporales.
Mientras, la etiqueta #ChubbyFilter acumula 18 millones de vistas, con comentarios divididos entre quienes lo defienden como "una broma sin maldad" y quienes piden su prohibición. Los filtros que acompañan modificaciones corporales como aclara la piel o afinar la nariz ya son problemáticos, pero centrarse en algo como el peso resulta cruel.
Según la Fundación FAD Juventud, el 21 por ciento de los adolescentes entre 15 y 19 años hace dieta en la actualidad. Es una tendencia que crece, ya que, en el año 2017, la cifra se situaba en el 10 por ciento. El 57,6 por ciento lo hacen por motivos estéticos y en las mujeres sube hasta el 64,2 por ciento.
El segundo motivo es sentirse saludable, lo afirman el 55 por ciento y solo un 9 por ciento lo hace por indicación médica. Destaca que el 4,9 por ciento de los chicos (el doble que las chicas) hacen dieta por gustar a su pareja.
Brasil e Italia ya han legislado contra filtros que promuevan ideales de belleza inalcanzables. En España, el pasado 11 de marzo, el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de ley para un uso ético, inclusivo y beneficioso de la inteligencia artificial (IA), que pretende poner orden en la aplicación de esta tecnología. El anteproyecto adapta a nuestra legislación lo establecido en el Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial, acordado por las instituciones comunitarias el 8 de diciembre de 2023 y aprobado por el Parlamento Europeo el 13 de marzo del año pasado.
"Las redes sociales censuran un pezón femenino, pero no censuran imágenes de extrema delgadez ni mensajes de odio. Es incoherente y peligroso: se demonizan las calorías, pero se promueven prácticas insanas", denuncia Carmen Mendonça desde ABAC. "Necesitamos leyes que obliguen a filtrar este contenido. La cultura de la dieta y los ‘influencers’ sin formación nutricional son un cóctel tóxico. Urge que las plataformas asuman responsabilidad y dejen de monetizar la inseguridad corporal".
La polémica en torno al filtro "chubby" de TikTok no es un debate aislado: es el síntoma de una crisis global de salud mental agravada por algoritmos poco responsables y una cultura digital que monetiza la inseguridad corporal. En la actualidad, las redes sociales son la principal fuente de aprendizaje para los jóvenes, y si no hay regulación, ni educación ni supervisión, estaremos permitiendo que una realidad paralela —llena de desinformación— moldee su autoestima. El tiempo de actuar es hoy.