El pico de la gripe, que en esta temporada ha mostrado un nivel de trasmisibilidad muy alto respecto a anteriores, comienza a descender, aunque su incidencia (casi 400 casos por cada cien mil habitantes) representa casi la mitad del conjunto de enfermedades respiratorias (935) y sigue propiciando un aumento en las hospitalizaciones, principalmente de mayores.
Así se desprende de los informes del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (Sivira) que divulga el Instituto de Salud Carlos III correspondientes a la primera semana de enero.
Según este informe, las tasas de gripe en Atención Primaria ponen de manifiesto que su incidencia, que rebasó el umbral basal tras cuatro semanas en ascenso, comienza a bajar al pasar de los 430 casos por cada cien mil habitantes de media nacional, a los 387.
Este descenso se manifiesta en todos los grupos de edad excepto en el grupo 45 a 64 años, según los datos del Sivira.
Mientras, las hospitalizaciones por gripe siguen en aumento con una tasa sobre el total de la población de 14 casos por cada cien mil habitantes (10 casos en la semana previa), principalmente en personas de más de 80 años: 93 casos por la citada proporción de habitantes.
No obstante, el Instituto de Salud Carlos III aclara que "los indicadores de gravedad señalan valores en el rango de temporadas previas", aunque la circulación de la gripe ha sido intensa.
Así lo especifica también el documento remitido por el Ministerio de Sanidad a las comunidades con motivo de la obligatoriedad de las mascarillas en los centros sanitarios.
"Los datos de gravedad de la gripe hasta el momento indican porcentajes de gravedad similares a temporadas previas, tanto en ingresos en UCI, como en defunciones. Sin embargo, debido a la intensa circulación el impacto en la salud de la población puede ser alto", reza el escrito.
En cuanto al conjunto de las enfermedades respiratorias, sus indicadores también dan tregua, de modo que la incidencia que detectan los médicos de familia, que sirve como radiografía del comportamiento de los virus en cada temporada, muestra una bajada desde los 966 casos por cada cien mil habitantes, hasta los 935.
En este contexto, la trasmisión del Sars_cov_2 mantiene fluctuaciones con subidas y bajadas, pero las hospitalizaciones por covid-19 dan signos de ir a la baja en el colectivo con mayor afectación, que son los ciudadanos de más de 79 años.
En el caso de la bronquiolitis, los ingresos por esta enfermedad siguen en aumento en menores de 1 año, pero bajan por segunda semana consecutiva en el resto de los grupos de edad, con unos ingresos que se estabilizan.
Con estos indicadores que mejoran para casi todos los territorios, las comunidades podrían decidir, en el caso de que encadenen dos semanas consecutivas de descensos en los indicadores de las enfermedades respiratorias, flexibilizar su uso en los centros sanitarios.
La medida obligatoria fue decretada el miércoles por el Ministerio de Sanidad en medio de las protestas de varias comunidades frente a una epidemia que ha tensado nuevamente los hospitales y la Atención Primaria en muchos centros de España.
Una situación que asociaciones médicas y sindicatos atribuyen no solo al pico epidémico de la gripe y su alta transmisibilidad en esta temporada, sino a la falta de previsión, personal y medios en un Sistema Nacional de Salud que ven "infradotado" desde hace años en tanto en profesionales como en presupuesto.
En lo que queda de temporada de virus respiratorios, tanto Sanidad como las comunidades autónomas han llamado a reforzar la vacunación contra la gripe y la covid-19, así como también contra la bronquiolitis en niños, cuya campaña se estrenó a finales de septiembre y ha propiciado que en esta temporada se hayan contenido los ingresos hospitalarios en menores de 5 años.