causan tanto pánico como fascinación, son las medusas y pasaron de ser las temidas en las orillas de las playas a convertirse en una especie marina cotizada, que está a la venta en internet al alcance de todo aquel que la quiera como mascota o elemento decorativo.
La bióloga marina Ana Gordillo trabajaba en el Oceanográfic de Valencia cuidando a estos invertebrados y advirtió que había un nicho en el mercado que no se había explorado y decidió emprender un nuevo proyecto, Medusea, para la venta de estos curiosos animales.
“Quería un cambio, cuidaba medusas y veía que la gente se quedaba prendada ante los acuarios de medusas”, apunta esta emprendedora, que vio que estos animales “se vendían a particulares en el extranjero, pero en España no”, lo que le decidió a trasladar la iniciativa a casa. Es así como nace en 2016 su proyecto, que pone a disposición del público la compra de medusas, además de todos los materiales y complementos que su manutención requiere, y que, según Gordillo, un cuidado “sencillo, ya que necesita alimentarse una vez al día y el cambio del 10% del agua del acuario cada 10 días”.
Las medusas “son animales muy simples que no tienen un sistema nervioso central, no tienen cerebro, ni pulmones ni corazón. Si se les da las condiciones adecuadas, es decir, unos parámetros de agua (temperatura, salinidad y química) estables y óptimos, el animal no tiene por qué sufrir”, aclara la bióloga. La longevidad de las medusas dependerá de la especie en cuestión, aunque el tiempo de vida de estas es superior en el acuario que en el medio natural, ya que su cría requiere una alimentación controlada a diferencia de los océanos, donde se desarrollan mucho más rápido.
En el caso de la aurelia aurita, que es la que la empresa de Gordillo comercializa debido a la facilidad de su consecución y manutención, dura hasta tres años en cautividad. De aspecto gelatinoso y transparente, esta especie tiene cientos de filamentos finos que le sirven para capturar el alimento y posee cavidades gastrovasculares en forma de herradura que albergan las gónadas, y se vuelve de color naranja después de haberse alimentado. Esta especie, cuyo precio oscila entre los 28 y 40 euros dependiendo del tamaño, nada mediante contracciones regulares de su cuerpo y se puede encontrar en pequeños grupos que se desplazan dejándose llevar por las corrientes marinas, ya que no tienen mucha fuerza y un 90% de su cuerpo es agua.
La venta de medusas “se esta poniendo de moda”, ya sea para su alquiler a modo de elemento de decoración en eventos, como para su venta a particulares o la instalación de medusarios como reclamo en tiendas de animales o para su donación a fin de colaborar con la investigación de esta especie marina. l