A punto de cumplirse un año de la implantación del decreto que prohíbe la plantación de patata en 14 municipios de las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal –inicialmente fueron 13 pero la Xunta declaró Cariño como zona infestada por detectarse presencia del insecto en las trampas el pasado verano por movimientos del tubérculo en la zona–, la consellería de Medio Rural da por controlada la plaga. “Apréciase unha diminución nas capturas nas 1.028 trampas que temos instaladas”, señalan desde el departamento autonómico.
360.000 kilos recogidos
Una de las medidas de control llevadas a cabo fue la recogida de patatas en su mayoría procedentes de los productores –185.173 kilos–, seguida por los tubérculos destinados a la siembra –88.205 kilos– y a los almacenes comercializadores –50.000 kilos–. Una cifra a la que habría que sumarle otros 41.178 kilos recogidos del año anterior cuando la prohibición afectaba solo a los concellos de Neda, Narón y Ferrol. “Non podemos facer unha estimación de canta pataca se deixou de plantar porque do recollido o pasado ano, moitos veciños xa non plantaron ante a posibilidade de ter que retirar logo as plantacións”, indican desde Medio Rural.
La Xunta finaliza estos días el pago de las últimas solicitudes recibidas por compensaciones por daños. En total se abonarán 161.805 euros que favorecerán en la zona a un total de 255 vecinos –en los municipios de la provincia de Lugo afectados por la restricción la cifra de beneficiarios se eleva a 987–.
Expedientes sancionadores
Durante el primer año de restricción —esta se prolongará durante dos–, Medio Rural abrió un total de 12 expedientes sancionadores, siete de ellos en la zona. La mayor parte fueron por plantaciones ilegales o por no entregar la patata recogida, mientras que los restantes se debieron a movimientos o venta de patata a granel. El total abonado en este concepto asciende, según los datos facilitados por el ejecutivo autonómico, a 7.502,4 euros.
De los 7 expedientes abiertos en la zona, tres de ellos ya están resueltos y otros cuatro permanecen pendientes de notificación. Las sanciones oscilaron entre los 600 euros y los 3.001 euros, aunque como señalan en la mayoría de los casos los afectados optan por pagar la sanción reducida en un 40% –1.800 euros–.
“O resultado global podemos consideralo como moi satisfactorio dada a complexidade do proceso. Foi un ano difícil, cun inxente traballo nos meses de verán para recoller toda a pataca sementada nas explotacións das zonas infestadas e as existentes nos almacéns de autoconsumo dos 31 concellos”, señalan fuentes de la consellería.
Los trabajos en este segundo año, puntualizan, “irán encamiñados ao control das parcelas, así como á vixilancia da prohibición de circulación e comercialización de pataca a granel procedente do exterior da zona infestada nesta área”. l