Según recientes investigaciones la lactancia materna podría dar inmunidad adquirida a los bebes durante toda su vida. ¿Cómo puede ser esto?
Hasta hace poco, este alimento se creía que protegía al bebé de infecciones sólo durante el período de lactancia, protección que ya no tenía efecto una vez la madre, dejaba de amamantar al bebé.
Sin embargo, esta protección contra las infecciones podría durar toda la vida gracias a una nueva investigación en ratones realizada por un equipo internacional de científicos.
Gracias a esta investigación también hemos podido saber que esta inmunidad no se transfiere a través de las proteínas de la madre sino a través de las células inmunes que son totalmente independientes de los anticuerpos.
Según la OMS la lactancia materna aporta numerosos beneficios y nutrientes para los bebés en los primeros meses de vida y en su posterior crecimiento.
Sin embargo, y según apunta este estudio, la leche materna puede brindar protección contra infecciones durante toda la vida del bebé.
Su autor principal, el doctor William Horsnell, apunta lo siguiente: “La transferencia inmune de madre a hijo a través de la lactancia materna es una fuente muy importante de protección contra infecciones tempranas”
Sus conclusiones son la primera demostración de que antes del embarazo una infección puede transferir la inmunidad celular de por vida a los bebés.
De esta forma, la exposición a una infección antes del embarazo puede llevar a la madre a transferir los beneficios inmunitarios a largo plazo a su descendencia.
Algo extraordinario pues aporta un importante argumento ante la influencia de una madre en la salud de sus hijos.
Esto lleva además a acelerar el diseño de nuevas vacunas bacterianas para prevenir infecciones que brinden protección a los niños a largo plazo.
La lactancia materna es el período en el que la madre alimenta a su hijo recién nacido a través de sus senos, que segregan leche inmediatamente después del parto.
Este, debería ser el primer alimento del bebé, y debería durar al menos, dos años.
La leche materna incluye todos los nutrientes que un bebé necesita hasta los seis meses de edad. Los principales componentes son:
Las primeras semanas no son fáciles y la lactancia no es siempre sencilla. Son muchas las madres que tienen dificultades al comenzar esta etapa.
Los problemas más comunes que surgen durante este período son:
Al comenzar la lactancia las madres se preguntan si la cantidad de leche que producen es suficiente para el bebé.
Las recomendaciones generales sugieren que si el bebé come cada dos o tres horas, tiene un aspecto saludable, moja de 5 a 8 pañales y finalmente, y si su peso aumenta alrededor de 100-200 gramos a la semana, no existe problema alguno con su alimentación.
Otra de las preocupaciones de las madres primerizas es saber si producen suficiente leche.
Según los expertos, estos temores carecen de fundamento pues cuánto más succiona el bebé más leche produce la madre.