En el hogar queremos que todo sea sencillo, que esté todo a nuestro alcance, bien ordenado, equilibrado y estético, que esté todo en su justo lugar, tal y como lo hemos planteado. En definitiva, queremos tener una vivienda que sea al mismo tiempo hermosa y práctica.
Y es que llegar a tener una casa elegante y bonita, pero siempre bien organizada, no debe ser una cuestión de una tarea diaria en la que gastemos dinero, tiempo y esfuerzo para mantenerla siempre ordenada y limpia. Lo más adecuado es crear un proyecto previo de decoración y de diseño de interiores en el que las estancias estén optimizadas, no solo en cuestión de aprovechamiento de los espacios, sino también en cuanto a la comodidad y a su utilidad.
De este modo, no solo debemos elegir el mobiliario más adecuado, sino distribuirlo, adaptarlo y colocarlo lo mejor posible según las posibilidades de las habitaciones y nuestras intenciones. Para ello deberemos tener las herramientas necesarias con las que realizar las mejoras en nuestros muebles.
Para realizar trabajos profesionales deberíamos contar con una habitación que haga las veces de taller, y en el que tener a buen recaudo y estado de conservación, listas para ser utilizadas, máquinas como la sierra circular, una cepilladora, una máquina regruesedora, una sierra de cinta, una máquina tupi para sacar molduras, un compresor de aire, una tronzadora, un torno de madera…
Aunque entendemos que tener estas máquinas supone un gasto que solo los profesionales pueden permitirse, lo que sí debemos tener en cualquier caso es una caladora y un taladro, y para este último un soporte de taladro vertical para afianzarlo y realizar las perforaciones con mayor exactitud. Si no sabes qué soporte para taladro comprar puedes entrar en este enlace que acabamos de sugerir y elegir entre los diferentes soportes para taladro horizontal o vertical, soportes de taladro universal, soportes de columna…
Con estas herramientas podremos crear muebles tan originales y útiles como aquellos que se utilizan para ocultar la televisión, esos aparatos tan recurrentes como feos, que nunca se adaptan a la decoración de los salones, pero también armarios empotrados para facilitar el almacenaje de ropas y calzado, ocultar la zona de lavandería cuando esta ocupa la cocina, crear y organizar un vestidor a medida…
Un lugar que, además de ser utilizado para guardar y tener siempre la ropa disponible, pueda ser utilizado para ubicar un centro de planchado Rowenta que facilita las tareas de planchado de una forma asombrosa y que puedes encontrar en la dirección web; https://www.quierochollo.online/hogar/centro-de-planchado/rowenta/ al mejor precio del mercado.
En internet podremos encontrar un sinfín de trucos, muebles, planos, y todo tipo de herramientas para optimizar una vivienda y convertirla en un hogar limpio, cómodo, ordenado y útil, pero, aunque todo esto facilita la vida en el inmueble, si no tenemos constancia y nos hacemos con los hábitos necesarios, no importará las modificaciones que hayamos hecho en la vivienda, pues no le sacaremos el rendimiento deseado.
Hábitos para una casa ordenada
Teniendo como base que el trabajo en una casa nunca se acaba, podemos acometer el enorme desafío de aceptar e implementar ciertas costumbres y hábitos en nuestra forma de relacionarnos con el hogar que hará que todo parezca más sencillo y fluido para que la casa nunca llegue a estar completamente desordenada, como en más de una ocasión hemos podido encontrarla después de un par de días sin actuar sobre ella.
Para conseguir el objetivo de tener una vivienda siempre en un estado de habitabilidad es fundamental, y debe considerarse como primera norma a cumplir, el no permitir que se acumulen las tareas. Para ello deberemos asimilar algunas acciones tan sencillas, pero eficaces, como por ejemplo arreglar la cama cada mañana con lo que al tiempo que nos despertamos, estamos aireando las sábanas y eliminaremos la posibilidad de que se acumulen ácaros y bacterias.
A lo largo del día, mientras realices tu vida habitual en el hogar, procura no hacer ningún viaje en vano. La mayoría de las veces cuando vamos al baño o al dormitorio podemos recoger algún objeto y dejarlo en su sitio.
Limpiar la cocina todas las noches antes de irte a la cama lo agradecerás cada mañana cuando te prepares el café. Procura limpiar a diario, aunque no sea a fondo, por partes. Cuando acabes de ducharte, complementa la acción de limpiar la bañera como parte de esa ducha, siempre que salgas de una habitación déjala ordenada, saca la basura todas las noches, quítate los zapatos cada vez que entres en casa, sustitúyelos por unas zapatillas y que estas nunca salgan de casa, procura lavar una carga de ropa al día de la lavadora, no acumules objetos, papeles, alimentos que no sirven para nada, no tengas miedo a tirar, te sentirás mejor si sientes que en tu casa solo hay lo que se necesita, sin sobrecargas absurdas.
Por último, debemos tener claro el lugar donde cada cosa va colocada, y colocarlas antes de irnos a dormir, y una vez cada mes proyectar una limpieza a fondo.