La riqueza arqueológica de la zona de Covas, tanto terrestre como acuática, ha quedado de manifiesto nuevamente con la aparición la pasada semana de los restos de una embarcación de madera, que, anclada en la tierra, se deja ver cada cierto tiempo por efecto de las mareas.
Ahora, este pecio se encuentra en peligro, ya que el fuerte oleaje está deteriorando los restos de este barco y se pueden apreciar ya pedazos esparcidos por el entorno, que rompen con la perfecta estructura que, pese al paso de los años, se podía observar estos días en la arena de la playa.
El pecio fue visitado esta misma semana por un arqueólogo de la Xunta de Galicia, aprovechando además la coincidencia con la aparición en la zona de restos humanos que están siendo analizados por el Imelga. Sin embargo, desde la administración autonómica y desde el Concello ferrolano no se ha hecho ningún movimiento hasta ahora para preservar estos restos arqueológicos marinos.
El responsable de la sociedad cultural Columba, José López Hermida, llamó la atención sobre el hecho de que no se proteja este patrimonio, considerando que se debía de tomar alguna determinación como medir el pecio y sacar fotografías de forma oficial para tener constancia del hallazgo, antes de que sea destruido por las mareas.
Aunque las instituciones públicas no hayan hecho nada al respecto por ahora, esta entidad cultural sí cuenta con un amplio repertorio fotográfico sobre la embarcación que, además, ya fue vista en otras dos ocasiones en las últimas décadas.
Se trata de los restos de un barco de casco trincado, con la misma altura en proa y popa y, según los entendidos en la materia, en las instantáneas se aprecian los piques, el foro exterior, las varengas planas y la contraquilla.
No se trata en ningún caso del primer pecio hallado en la zona de Covas, que cuenta con numerosos naufragios datados en estas playas. La propia sociedad Columba dispone de un listado detallado de todos los naufragios localizados en Covas, más de una decena, y de los que se tiene constancia oral o escrita.
La labor llevada a cabo por esta entidad que estudia el patrimonio no se ve acompañada, sin embargo, del interés institucional que, en muchas ocasiones, concluye en la desaparición de los restos por falta de protección o, al menos, de catalogación.
Aunque el pecio se vio por primera vez, en este año 2014, el pasado fin de semana, todavía estos días se podía percibir en la zona la forma de esta embarcación de madera.