profesionales de la Cátedra de Investigación del Sueño de la Universidad de Granada y el Grupo Lo Monaco explicaron que la siesta representa una necesidad fisiológica más que una costumbre asociada a determinados países. El equipo de trabajo destaca que, además de los beneficios fisiológicos, este descanso de mediodía, puede llevar aparejado un aumento de la productividad y un descenso de los accidentes laborales que provoca el cansancio.
Los investigadores ofrecieron estas conclusiones en un comunicado tras comparar los estudios sobre los beneficios de la siesta, que en verano permite acortar los largos días de la estación y reponerse tras una noche de insomnio o de menor calidad del sueño por las altas temperaturas.
Los expertos de la cátedra relataron, además, que dormir la siesta en la cantidad, calidad, armonía y forma adecuada protege del estrés y las enfermedades cardiovasculares, aumenta la productividad en el trabajo y reduce el absentismo y los accidentes derivados de la escasez de horas que una persona dedica al día a descansar.
Los investigadores de la Universidad de Granada explicaron que una siesta estimula la creatividad y aleja tensiones laborales, como demostró un estudio de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) dirigido por el doctor James Maas y cuyos resultados ha apoyado otro proyecto de científicos de Harvard.
El investigador de la cátedra granadina sobre el sueño Alejandro Guillén también detalló que los beneficios de la siesta han provocado que diversos teóricos sobre descanso y sueño hayan iniciado evaluaciones
sobre su impacto.
“Parece que la siesta es una tradición española pero diferentes estudios demuestran que este hábito se impone cada vez con mayor fuerza sobre todo en el norte de Europa, Estados Unidos y Japón”, declaró Guillén, que recomendó siestas de entre quince y treinta minutos y nunca de más de una hora. l