Medios de comunicación de todo el mundo se han hecho eco de la muerte del empresario coruñés Manuel Jove Capellán, que falleció el jueves a los 78 años a causa de una larga enfermedad.

El diario “El Mundo” recogía ayer el deceso del “discreto emprendedor gallego” y desde “El País” enumeraban algunos de los proyectos en los que estaba presente, como el Parque Warner de Madrid, hoteles, bodegas y centros comerciales. El portal Eldiario.es lo califica como “el carpintero que creó un imperio del ladrillo y vendió un minuto antes de la crisis”, mientras que desde otras web lo califican de “visionario”, al saber “dejar la burbuja inmobiliaria antes de que estallara”.

“Manuel Jove respondía a la perfección al prototipo de hombre hecho a sí mismo”, podía leerse ayer en “ABC”, y el financiero “El Economista” lo definía como “uno de los símbolos del inmobiliario español”. Para “Vozpópuli”, Jove era “un emprendedor nato”.

“La Vanguardia”, “El Heraldo de Aragón”, “La Voz de Asturias”, “Murcia Diario” o “Ara” fueron solo algunos de los periódicos del territorio español que recordaron al fallecido, además de toda la prensa gallega.

Traspaso de fronteras

La noticia ha traspasado fronteras, llegando a lugares como Venezuela, México o Estados Unidos. “Fue un referente de la construcción, primero en Galicia y luego, a nivel nacional desde la década de los setenta”, decían desde Radio Caracas. Hay que recordar que el coruñés tenía en marcha diversos proyectos por todo el planeta, incluido un intercambiador de transportes en Ciudad de México presupuestado en 240 millones de euros.

También el portal inmobiliario Idealista, la web Vanitatis o la revista Forbes destacaban ayer la muerte de Jove.

“Fiel a su talante”

El presidente de la corporación Inveravante falleció en su domicilio de A Coruña tras un año de lucha contra una larga enfermedad, a la que se enfrentó “con fuerza, fiel a su talante”, informó la corporación en un comunicado.

Nacido en la ciudad de A Coruña en 1941, estaba casado y tenía dos hijos. En 2002 falleció su hija mayor, María José, y en su memoria, en 2003, creó la Fundación María José Jove, que trabaja en favor de la infancia y la inclusión social.

A Jove se le podría definir como “un gran emprendedor, un trabajador incansable, con una excelente visión para los negocios, y una persona fiel a los suyos, a su equipo”, señaló Inveravante. De origen humilde, empezó a trabajar con solo once años en el taller de carpintería que su padre tenía en A Coruña. Pero su espíritu emprendedor surgió enseguida y con 19 decidió independizarse y abrir con su hermano un taller propio, donde desarrolló su actividad hasta que, a principios de los 70, fundó el Grupo Fadesa.

En apenas veinticinco años la empresa se convirtió en una de las inmobiliarias más importantes del mundo y en una de las enseñas de A Coruña. Sin embargo, en 2007 decidió vender la compañía y emprender nuevos proyectos e inversiones a través de Inveravante, cuya sede también estableció en la ciudad, desde donde, como una entidad de ámbito privado y familiar, desarrolló una extensa actividad en los sectores inmobiliario y hotelero, los productos agroalimentarios selectos y la energía, con presencia en toda España, en Marruecos, México, Brasil, Panamá, la República Dominicana y Rumanía.