Cuando en el mes de Marzo pasado la Conferencia Episcopal Española eligió presidente de la misma al Cardenal Omella, la gente de a pie nos quedamos sorprendidos porque parecía que el Arzobispo de Madrid, Cardenal Osoro, tenía más apoyos. Pero el tiempo suele dar luz y en mi opinión, ahora, lo que decantó aquella votación fue que ya se sabía lo que ahora toma cuerpo y hace un año denunció el periódico “El País”.
Los hechos a los que me refiero y que han tomado fuerza estos días, y que ahora investiga la Fiscalía Anticorrupción, consistieron en la venta de un inmueble en Madrid a la Universidad Nebrija por un precio muy inferior al del mercado y la posterior compra de un terreno curiosamente por un precio más alto que el que marcaba el mismo mercado. Las operaciones se hicieron a través de un entramado de fundaciones de las que el presidente es el Arzobispo madrileño, quien ahora se justifica diciendo que no sabía lo sucedido ya que había delegado sus funciones a otras personas, que resultan ser comisionistas. El Arzobispo se disculpa así intentando esconderse en la chorrada de la ignorancia. El caso es que el Vaticano ha mandado a un experto a investigar, que junto a otras personas intentan salvar lo insalvable. Tan difícil debe ser encontrar escusas que los asesores han tomado la decisión de revertir la operación, lo que significa de facto aceptar la responsabilidad. ¿Cómo es posible decir que había delegado? porque delegar no es dejar de controlar; entonces ¿a qué dedica su tiempo sí no controla? Tal burda maniobra de compra venta solo puede entenderse por la creencia de impunidad y poca claridad usando un entramado exagerado de fundaciones.
No es que quiera condenar antes de que la justicia lo haga, pero Sr. Osoro, aunque solo sea por no preocuparse de tales cosas y ser consecuente con lo que representa, debe irse. Las Diócesis están acostumbradas a no ser transparentes y sus actos nos afectan a todos y Vds., señores Obispos, no están revestidos de ninguna impunidad divina. Están para evangelizar y administrar, y no cumplen. Generalizar es malo, pero ya basta.