Tal y como comenzó esta historia parecía imposible, pero para que luego digan de la capacidad del ser humano para adaptarse a los cambios. En menos de un año hemos conseguido insensibilizarnos a los datos de la pandemia que no nos interesan. Ole por nosotros. Y mira que durante los primeros meses vivíamos con preocupación el momento del día en el que se hacía balance de contagiados y fallecidos, pero hace tiempo que nada; nos suena lejano, como si hablasen ya no de otro país, sino de otro planeta. Será que no hemos tenido que llorar una pérdida. El caso es que en febrero se han contabilizado en España más de diez mil muertos por coronavirus, la segunda cifra más alta desde que empezó la pandemia. Solo la supera abril, que quedará en el recuerdo como un mes maldito. O quizá no, vista la deriva de esta crisis sanitaria lo mismo seguimos batiendo récords de decesos. Aunque nos importará menos. La fatiga pandémica, ya se sabe. FOTO: Dos trabajadoras de una funeraria trasladan un féretro con los restos de una víctima del covid | EFE