La resolución definitiva del Plan de Servizos Sociais Comunitarios que publicó el martes el Boletín Oficial de la Provincia eleva a 370.000 el número de horas de Servizo de Axuda no Fogar –SAF– que financiará este año la Diputación en los concellos coruñeses. Son 77.000 más que en 2020 y la constatación, aseguró ayer el presidente de la institución, Valentín González Formoso, de la política de refuerzo de los programas sociales desarrollada por el gobierno provincial durante la pandemia.
Por comarcas, Ferrolterra es la más beneficiada en número de horas. En los 19 municipios –se excluyen de esta línea los más poblados, Ferrol y Narón, y se añade el de Vilarmaior– la Diputación asume el gasto de 95.127 horas y el salario de 33 profesionales, por las 88.688 horas y 50 trabajadoras y trabajadores del área compostelana, las 74.593 –y 35 empleados– de Bergantiños, las 61.456 –40 trabajadoras– de A Coruña y las 48.687 –21– de O Barbanza. La cuantía total que la institución provincial destina las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal a través de este programa se acerca a los 1,8 millones de euros este año, solo superada por los municipios del entorno de Santiago.
González Formoso recordó que el área social de la Diputación ha experimentado este año “unha importante suba do 137% co obxectivo de non deixar a ninguén atrás na saída da crise” y destacó que los SAF son “un servizo esencial para garantir a atención aos maiores e dependentes nos concellos máis pequenos”.
En lo que respecta al Plan de Servizos Sociais Comunitarios, el presidente de la Diputación afirmó que su finalidad es “estar preto da xente que máis o necesita e ofrecer á cidadanía uns servizos sociais profesionais e de calidade, independentemente do lugar no que vivan”.
“Insuficiente”
La aportación de la institución provincial es en estos momentos hasta un 20% superior a la de la Xunta de Galicia, denunció Valentín González Formoso, que insistió en que es la administración autonómica la que tiene asignadas “as competencias en materia social”.
“Pagamos 12 euros/hora fronte os 9,7 euros/hora da Xunta”, concretó antes de aclarar que el gobierno gallego “mantén conxelada a súa achega desde o ano 2016, o que ocasiona unha importante carga económica para os concellos, ao non cubrir nin a metade do prezo dun servizo que a día de hoxe custa arredor de 18 euros a hora”.