ni los más viejos del lugar recuerdan un final de Liga en el que los aspirantes al título hiciesen más por no ganarlo. Si durante buena parte de sus partidos hasta parecía que atléticos y madridistas no se estaban jugando nada. Tanto que los dos equipos perdían a la media hora de juego, para desesperación de sus aficiones, que no podrían perdonar que el campeonato se escapase por falta de ganas. Al final, cada cual hizo lo suyo, que al fin y al cabo hablamos de dos de los grandes del panorama internacional, y los rojiblancos olvidaron las malas sensaciones a base de celebraciones.