El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha condenado los preparativos de los próximos ejercicios de cooperación militar entre Corea del Sur y Estados Unidos como un "ensayo de guerra" con vistas a la preparación de un "ataque preventivo" contra su país, en unos comentarios que enturbian un momento de cierta distensión en las relaciones entre las dos Coreas tras la reapertura esta semana de sus canales de comunicación.
La restauración de los canales de enlace entre el Norte y el Sur, cortados desde hace un año, ha llevado a los ejércitos surcoreano y estadounidense a replantearse los tradicionales ejercicios anuales -- previstos en esta ocasión para mediados de agosto -- dada la animadversión que provocan en Corea del Norte, que los interpretan como un acto extremadamente hostil.
Ahora, y según informan este viernes los medios estatales norcoreanos, Kim Jong Un ha condenado sin paliativos los ejercicios durante un encuentro sin precedentes con sus comandantes militares, donde ha acusado a las "fuerzas hostiles" de intensificar sus "frenéticos y persistentes ensayos de guerra" para "potenciar sus capacidades con vistas a la ejecución de un ataque preventivo contra la República Popular Democrática de Corea", el nombre oficial de Corea del Norte.
La agencia oficial de noticias de Corea del Norte, la KCNA, informa de que Kim recomendó a todos "los estamentos militares y políticos que efectúen el mayor de los esfuerzos para potenciar la eficacia de combate de sus unidades", si bien se abstuvo de enviar mensajes más directos a Seúl y Washington.
DISTENSIÓN DE LAS RELACIONES
Hay que recordar que la reanudación de las comunicaciones entre las dos Coreas ha sido interpretada como gesto de conciliación desde Pyongyang dada la crítica situación humanitaria que el país está atravesando desde hace unos meses por una serie de inundaciones que han destruido buena parte de las cosechas, y que han agravado sus históricos problemas de escasez alimentaria.
El propio líder norcoreano reconoció el mes pasado que la situación es "tensa" y declaró una "orden especial" para mejorar las condiciones de visa de la población.
Por lo que respecta a la parte surcoreana, el ministro para la Unificación, Lee In Young, ha anunciado este viernes que Seúl ha planteado abiertamente la opción de iniciar una serie de conferencias virtuales "en una fecha próxima", y reanudado la aprobación de solicitudes de organizaciones civiles para brindar asistencia a Pyongyang, especialmente "dada la urgencia de la ayuda relacionada con la salud pública y la nutrición".
Es más, el Ministerio surcoreano estaría redactando ahora mismo una agenda de casi una treintena de temas a discutir con Corea del Norte cuando se reanuden las conversaciones intercoreanas, incluida la asistencia al Norte con vacunas contra el coronavirus, así como la aclaración de recientes incidentes entre ambos países, comenzando por la destrucción de la oficina de enlace de Corea del Sur en el país vecino, en junio del año pasado, según informa la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.