El danés Magnus Cort Nielsen (EF Efucation Nippo) volvió a tirar de su versión de esprinter todoterreno para imponer la ley del más rápido en la duodécima etapa de la Vuelta disputada entre Jaén y Córdoba, con un recorrido de media montaña de 175 km, jornada calurosa en la que mantuvo el maillot rojo el noruego Odd Christian Eiking (Intermarché).
Magnus Cort (Bomholm, 28 años), el mismo que se impuso ante Roglic en la Montaña de Cullera y que fue superado por poco en el repecho de Valdepeñas de Jáen, apareció 24 horas después para llevarse el premio de los velocistas en Córdoba en una disputada llegada ante el italiano Andrea Bagioli (Deceuninck-Quick Step) y del australiano Michael Mathews ( BikeExchange).
Un doblete en la presente edición que le permitió empatar con el belga Philipsen, ya retirado, y el neerlandés Jakobsen, y la quinta vitoria en su palmarés de la Vuelta. Se estrenó en 2016 ganando en Gandía y Madrid, en 2020 en Ciudad Rodrigo y este año en Cullera y Córdoba. Un esprinter atípico, muy veloz, y ágil en la montaña.
Una jornada de mucho calor entre las dos ciudades andaluzas, con el termómetro rondando los 40 grados. Un ejercicio de supervivencia en la que los favoritos se metieron en el pelotón para salvar el día. El noruego Eiking superó la calima igual que el repecho de Valdepeñas, como un campeón, y mantuvo la roja manteniendo 58 segundos sobre el francés Guillaume Martin y 1.56 respecto a Roglic.
Enric Mas, cuarto y primer español, conservó la cuarta plaza a 2.31 del líder y a 35 segundos de Roglic, su enemigo intimo y referencia como líder real de la general.
Salió el pelotón disparado de Jaén, con prisa por hacer la fuga, pero con la misma celeridad por anular cualquier intento. En la primera hora se cubrieron 50 km, y así el instinto fugitivo baja mucho. Mejor ir en el pelotón en espera de oportunidades. A 100 de meta no se había atrevido nadie a revolucionar la etapa.
Tampoco estaba el pelotón dispuesto a tamaña paliza con el sol calentando e o lindo las espaldas de los corredores camino de Córdoba, por lo que llegó el permiso de fuga se demoró a 90 de meta con ocho hombres al comando: Iturria y Amézqueta, escapistas habituales, Berwick, Armée, Jetse Bol, Dewulf, Haga y Van Gils.
Subiendo la primera dificultad del día, el Alto de San Jeronimo (3a, 13 km al 3,3%) una caída afectó a Roglic y Adam Yates, coincidiendo con la aceleración del UAE en cabeza de pelotón, que perseguía a 1 minuto a los fugados con la idea de llegar con Trentin a un probable esprint en Córdoba. El esloveno lleva dos caídas en tres días. No se pierde una.
El impulso del UAE en el ascenso del Alto del 14 por ciento arruinó las ilusiones de los escapados a 2,3 km de la cima y 21 de meta. Otra carrera, a la que se apuntan de protagonistas Ciccone, Bardet, Vine y Sergio Henao escapando al control del conjunto emiratí, siempre al mando en la sala de máquinas.
Cuarteto peligroso, capaz de coronar el puerto con 27 segundos y de lanzarse en el descenso en busca de la meta manteniendo distancias. Todos contra 4 valientes que querían vender cara la derrota. Finalmente el desequilibrio de fuerzas impuso la lógica, y Bardet y compañía fueron absorbidos a 1.200 metros de la línea.
Llegó la locura, UAE trató de manejar las operaciones de lejos, despertó el Bike Exchange de Matthews, aún inédito, pero el EF Education puso las cartas ganadoras sobre la mesa. El belga Keukeleire lanzó el esprint de manera explosiva para que le siguiera Magnus Cort. El danés no tuvo más que dejarse llegar, y ganar de nuevo. Otra vez protagonista. Magnífico Magnus, el todoterreno.
Este viernes se disputa la decimotercera etapa entre Belmez y Villanueva de la Serena, de 203,7 km, jornada llana que convoca a los velocistas.