Más de un centenar de personas se dieron cita ayer en el puerto deportivo de Ferrol formando un círculo silencioso que rodeaba una luz y bajo el lema “inclusión y hospitalidad” conmemoraron el Día Mundial de los Pobres.
En este acto participaron representantes de la delegación de Migrantes y Refugiados, de Manos Unidas y de Cáritas Diocesana de Mondoñedo-Ferrol, arropados también por la presencia y participación del obispo de la Diócesis, Fernando García Cadiñanos, así como de decenas de ciudadanos, que giraron en torno a un farol de luz en un acto denominado “Círculo del Silencio” y que sirvió para celebrar esta efeméride.
La concentración popular, como se explicó en el propio acto, “busca denunciar las injusticias que sufren las personas empobrecidas y/o inmigrantes” y quiere ser un lugar de referencia para dar a conocer realidades injustas, personalizarlas desde el silencio y denunciarlas públicamente.
La iniciativa “Círculo del Silencio” comenzó su andadura de la mano de los franciscanos de Toulouse en el año 2007. Este movimiento ciudadano considera que la situación en la que se encuentran muchos es precaria y apela a la conciencia de quienes hacen las leyes y de quienes las aplican para hacer posible una política más respetuosa con la dignidad de las personas.
Con el acto se pretendía denunciar sin palabras las “realidades injustas” y animar a la ciudadanía a ponerse al lado de las personas necesitadas.