El domingo expira el plazo para que las atracciones para niños que están instaladas en el Cantón de Molíns desde el mes de junio abandonen la zona. Así se les notificó desde el Concello a los propietarios, al haber expirado el plazo que, según el ejecutivo, se les dio hasta finales de septiembre. Los feriantes, sin embargo, aseguran que “de palabra” se les había indicado que podrían quedarse hasta el 7 de enero y permanecer allí todas las Navidades “como hacemos desde hace 20 años”, indicaron. Por esta razón aseguran que no se van a ir a Porta Nova, que es la opción que les ofrecen.
Los feriantes se concentraron en torno a las diez de la mañana en el Cantón, donde tienen instalados desde junio los juegos, y se desplazaron en manifestación hasta la plaza de Armas para hacer oír sus demandas, con pancartas en las que reclamaban una solución al alcalde, Ángel Mato.
Lemas como “Navidad sin atracciones, niños sin ilusión” o “La feria no se toca” se emplearon para acompañar esa música de fiesta que sonó durante toda la mañana en las inmediaciones del Concello.
Los afectados se quejan de que existía un compromiso de permanecer hasta el 7 de enero, aunque no por escrito, y ahora se les obliga a retirarse para instalar en el Cantón el mercadillo navideño.
FeC critica que la razón que se aporte para desmontar las atracciones es instalar un mercadillo navideño –el año pasado estuvo en Armas– “concedido a unha empresa privada, que a súa vez vai cobrar aos postos que ocupen o espazo onde estaban as atraccións”.
Para esta formación, del mismo modo que para los feriantes, “trasladar as atraccións ao parque do Inferniño non é axeitada, pois existen vivendas moi próximas e sabemos que cando son as festas do Rosario, sempre son motivo de conflito, polo que non entendemos porque o goberno municipal quere provocar dous conflitos: un polo desaloxo do Cantón e outro no Inferniño”. Los feriantes añaden que sus atracciones ya sufrieron desperfectos en otras ocasiones en O Inferniño.