Durante estos primeros 25 años de Diario de Ferrol, el periódico ha caminado de la mano del tejido empresarial de las comarcas siendo testigo de excepción de sus grandes logros. Ser capaces de crecer, adaptarse y asumir grandes retos desde esta esquina del noroeste en un mundo globalizado es ya de por sí noticia; pero estar consolidados en el mercado haciendo una apuesta por el desarrollo rural de Galicia está al alcance de pocos y Leche Celta es uno de ellos.
Para conocer su historia, tenemos que remontarnos a 1989, cuando Antonio Marchal fundó la empresa en A Regueira, un lugar de la parroquia de Andrade, en Pontedeume. Lácteos de Galicia (LAGASA) contaba en sus comienzos con 15 empleados, pero tenía una idea que resultó ser brillante: "Irrumpimos en el mercado con un claro factor diferenciador, los envases familiares. Durante años, fuimos los únicos en ofrecer el formato de 2 litros a los consumidores españoles", recuerdan.
No obstante, su implicación en el ahorro de las familias no fue el único ámbito en el que fueron pioneros. Años después, en 2017, lanzaron su leche de pastoreo "y fuimos la primera empresa láctea en obtener el doble sello de AENOR de Bienestar Animal y Leche de Pastoreo, certificando que nuestro producto viene de granjas gallegas con vacas que se alimentan esencialmente de pastos naturales". Además, en 2020 incorporaron envases más sostenibles, reduciendo en un 20% la huella de carbono, y en 2022 "alcanzamos un 92,09% de reciclaje de residuos, pudiendo además reducir en un 4% nuestro consumo total de agua gracias a la optimización que nos brinda la tecnología".
A sus objetivos de sostenibilidad y calidad, se sumó en 2023 un paso que consideran "clave para diversificar nuestros productos", entrando con fuerza en la elaboración de quesos crema pasteurizados y quesos fundidos, "marcando un nuevo hito en nuestra historia empresarial". Además, de nuevo como un guiño a sus consumidores, reformularon su filosofía para centrarse en el 'Milkfulness', un novedoso concepto con el que desde Leche Celta pretenden "generar conciencia acerca del ritmo de vida que llevamos y lo insostenible que resulta, tanto para uno mismo como para el planeta".
Actualmente, la empresa emplea a un total de 383 personas, de las que 221 están en Galicia. En concreto, en su planta de Pontedeume, la más grande de las tres, cuentan con tres tecnologías de envasado y capacidad de hasta 200.000 toneladas, teniendo unos 221 trabajadores. En Meruelo (Cantabria) están especializados en formatos de gran consumo y para el público infantil, con 115.000 toneladas y una plantilla de 77 empleados. Por último, en Ávila está la logística, con hasta 120.000 toneladas y 78 personas trabajando.
Entre sus compromisos activos, Leche Celta destaca la seguridad alimentaria y la gestión de calidad; pero también su respaldo a la actividad deportiva a través de diversos patrocinios y eventos, su colaboración con Aldeas Infantiles SOS Galicia y la Asociación de Intolerantes a la Lactosa España (Adilac) para "contribuir al bienestar y mejorar la calidad de vida". En este contexto, la empresa eumesa está también aliada con diferentes Bancos de Alimentos "cuya labor consiste en repartirlos entre la población que está pasando por un momento vulnerable", valoran, enumerando asimismo entre sus pilares el "desarrollo rural, la reducción del impacto negativo en el medio y la preservación de la actividad ganadera con modelos sostenibles".
Dentro de sus líneas de innovación, Leche Celta trabaja en la puesta en marcha en su planta eumesa de una línea de envasado de mantequillas en diferentes formatos como respuesta a la escucha activa que, remarcan, realizan con sus consumidores. Además, otro de los objetivos para las instalaciones de la comarca es la recuperación y reutilización de parte del agua, implicando un tratamiento terciario en su depuradora para usarla en el riego del campo de golf de Miño: "Asimismo, en 2024 trabajamos en el ecodiseño que permitirá aumentar el porcentaje de plástico reciclado", sostienen.
Para celebrar este aniversario, el lema elegido es "35 años, lo nuestro en la leche". Un doble sentido con mucha retranca e identidad con el que quieren "no solo conmemorar un hito temporal, sino también reflexionar sobre una trayectoria marcada por la dedicación y el esfuerzo puesto que, desde nuestros comienzos hasta convertirnos en una referencia en la industria, hemos tenido el honor de acompañar a innumerables familias a lo largo de sus vidas". En esta efeméride, además, "no podemos dejar de reconocer el papel fundamental desempeñado por nuestras ganaderías colaboradoras y el compromiso de nuestro equipo humano", valorando que el suyo es "un legado que va más allá de los productos que ofrecemos" y mirando con ilusión "al camino que aún nos queda por recorrer".