Un barrio como el portuario tiene mucho que aportar en materia marítima. Aunque empresas como la Pysbe hayan desaparecido, ese recuerdo de los bacaladeros viajando a Terranova y el trabajo de la fábrica han dejado una fuerte huella que cada año se recuerda con unas jornadas culturales y gastronómicas. El próximo paso, un museo del mar.