La rehabilitación de la Casa San Román de Narón convertirá un bello ejemplo de arquitectura indiana en una posibilidad turística. Pero más allá de la recuperación del inmueble, en los jardines empiezan a aflorar joyas ocultas por la maleza que merecen su propio reconocimiento y que los ciudadanos puedan, en su momento, acceder a ellos para redescubrirlos y disfrutarlos.