La presentación de la obra completa de Julia Uceda, el pasado martes, en el centro cultural Torrente Ballester no lució. Quienes de verdad la quieren y admiran se llevaron un disgusto. Alguien no hizo bien su trabajo, pocos se enteraron de la cita y el patio de butacas estaba bastante desangelado. No es justo. Julia nació en Sevilla, recorrió medio mundo buscando su Edén y lo encontró en Serantes. Es Hija adoptiva de Ferrol. Y –más allá de cualquier otra consideración– acaba de cumplir 98 años. Con eso, aunque el responsable de este desaguisado no haya leído ni un verso suyo, se merece un escrupuloso respeto.