Los secretos con dos siglos de historia salen a la luz en los jardines de San Román (Narón)

Por el momento se ha podido recuperar una fuente del siglo XIX y se puede apreciar un sistema de canalizaciones
Los secretos con dos siglos de historia salen a la luz en los jardines de San Román (Narón)
Juan Carlos Ramos y Patricia Lorenzo, propietarios de la casa San Román | CEDIDA

La Casa San Román de Xuvia, Narón, es una de las joyas escondidas dentro del patrimonio de la zona. Un inmueble que data del siglo XIX y que fue testigo de las vueltas al mundo de su promotor, el jefe de la Sección de Hidrografía y Establecimientos del Ministerio de la Armada, Claudio Montero Gay (1824-1885).


Este se trajo de todos los rincones del planeta una especie arbórea o una pieza decorativa que hicieron que los jardines de esta propiedad se alzasen con el premio del jurado popular como uno de los más notorios de la zona y, ahora, después de décadas de abandono y maltrato por las inclemencias del tiempo, parece que vuelven a tomar forma.

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Estado actual de la propiedad I JORGE MEIS


Los nuevos dueños de esta construcción, Juan Carlos Ramos y Patricia Lorenzo, una pareja de asturianos, han comenzado con las labores de desbroce de la finca, por lo menos de la parte delantera –en la que se pueden encontrar ejemplares centenarios de tejos, camelios e incluso bambú importado de Asia hace más de un siglo–, y que permiten que los más curiosos puedan asomarse a las inmediaciones, cosa que ya han hecho muchos vecinos. 


A sabiendas de que los trabajos conllevarán un gran esfuerzo, la puesta en valor de una infraestructura como esta hace que parte de la historia tangible de la localidad vuelva después de cientos de años marcados por el declive de una obra sin precedentes.

 

Historia viva


Este legado afincado en plena carretera de Castilla es también un elemento cotidiano para vecinos y vecinas de la zona que han crecido con él. Es por ello que el divulgador local Fernando Masafret –autor de “Narón, Xuvia Neda”, libro donde se da a conocer una parte importante de la historia de esta casa–, está en plena investigación para conocer ese “legado vivo”, es decir, la historia popular que se cierne entorno a esta propiedad a través de aquellos “que conocieron la infraestructura y a la familia”, explica Masafret.

 

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La entrada está flanqueada por dos leones I JORGE MEIS


Para ello, está realizando una serie de entrevistas con los decanos de la localidad, lo que permitirá, en cierta manera, no limitar la importancia del inmueble exclusivamente al pasado. “Es gente que es de aquí y relatan el día a día”, expone, la cotidianeidad de, por ejemplo, ver a la familia en el cenador del jardín principal, cuestiones que sin los testimonios sería imposible recuperar.

 

Por dentro


Desde los techos con relieve hasta los azulejos que aún se conservan en alguna de las habitaciones hacen posible volar la imaginación y, de cierta manera, permiten ver cómo sería el pasado de una construcción en la que confluyen líneas de arquitectura indiana y victoriana. 


Por ahora, se ha recuperado una fuente en el patio trasero que, a pesar de tener modificaciones posteriores, data del siglo XIX y también se ha podido conocer que el estanque que se encuentra en la parte derecha del inmueble cuenta con un sistema de canalización por todo el jardín delantero, simulando una especie de riachuelo que riega la totalidad del espacio. 

 

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Cúpula de la casa I JORGE MEIS


Asimismo, ya se puede ver con claridad la parte anexa al edificio principal que “forma parte la industria” de la época, situando la producción de bienes en la propia finca explica el autor, “de hecho, toda la finca tenía cepas de vino que después se transportaban en carro hasta Ferrol”, expone.  


Ahora, el inmueble pasará a ser un espacio turístico con diversos apartamentos en sus tres plantas –la última una cúpula revestida de azulejos de colores con vistas a la ría– donde también se podrán celebrar todo tipo de eventos. Los que fueron los jardines más imponentes de la zona se podrán convertir, así, en una gran pista de baile. 

 

“La idea es dejar la casa como está, en el sentido de rehabilitar pero sin hacer cambios que alteren la propiedad”

 

Juan Carlos Ramos trabajaba de comercial y pasaba asiduamente por la carretera de Castilla. Dentro de su día a día se coló la Casa San Román, y hoy, siendo propietario del inmueble, confiesa que siempre me gustó, “pero la veía inalcanzable cuando estaba a la venta”.


Sin saber muy bien cuál fue el motivo, se enteró de que la propiedad salía a subasta el último día que este trámite estaba abierto y decidió entrar en la puja. “Ese mismo día me marché desde Gijón hasta Xuvia”, asegura, y descubrió de primera mano los entresijos de una parte de la historia y “pensaba que no iba a salir”, asegura, pero consiguió hacerse con esta majestuosa obra arquitectónica por 96.000 euros. 

 

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Detalles de los techos I JORGE MEIS


Ramos ya gestiona un establecimiento turístico en Asturias y explica que cuando decidió apostar por este campo, la infraestructura con la que empezó estaba “mucho peor” de lo que está, actualmente, la de Narón. 


“A pesar de que San Román necesita más permisos –cuestiones relacionadas con las catalogaciones de Patrimonio–, el alojamiento del que dispongo en Asturias partía de una situación más complicada”, asegura.
Aún así, esto no fue un problema para él. De hecho, “siempre me gustó poder trabajar” en sus propiedades. En este caso concreto, la idea es, según él mismo explica, “poder rehabilitarla para poder hacer algún tipo de alojamiento turístico”, posiblemente apartamentos debido al incremento de burocracia que supone la creación de un establecimiento hotelero.

 


Sin embargo, las labores necesarias para que esto pueda ser fructífero aún tienen un largo recorrido por delante. Es por ello que el asturiano se plantea comenzar a sacar rendimiento de los exteriores arreglando en un primer momento “las galerías, el tejado y los jardines” y así poder alquilarlo para todo tipo de eventos.


La pregunta del millón, esa que también se hacen los propios habitantes de Xuvia, es la relativa a las fecha de finalización de las obras, y a pesar de que le encantaría que fuese “lo antes posible”, el propietario asegura que “no depende solo de mi, puesto que la idea principal era poder abrir durante el año que viene”, asegura, volviendo a repetir así la hazaña conseguida en su tierra: una reforma casi contrarreloj.

 

 

 


“Estoy viendo que por desgracia este viaje no va a ser corto”, reflexiona, pero “comenzando con los exteriores podemos ir poniendo a disposición de quien quiera las instalaciones” como podría ser para sesiones de fotos.


Así, despacio pero sin pausa, “la idea es dejar la casa como está, en el sentido de rehabilitar pero sin hacer cambios que alteren la propiedad”, expone Ramos y, así, conseguir que el pasado esté en el presente. 

Los secretos con dos siglos de historia salen a la luz en los jardines de San Román (Narón)

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