Con nada menos que 14 detenidos se saldó la operación “Capilla” contra el furtivismo en la ría de Ferrol. Una actuación policial que no tenía como destinatarios unos mariscadores furtivos de los que dicen extraer para poder sobrevivir y que no disponen del pertinente carné. No, se ha desarticulado toda una organización criminal que se encargada de la extracción ilegal de marisco y que tenía ramificaciones en distintos puntos hasta llegar a Portugal. Los mariscadores furtivos vendían las capturas a miembros de la trama que almacenaban el producto en depuradoras ilegales y que, sin control sanitario, introducían en el mercado. Este golpe sirve, además para recordar la importancia de comprar productos controlados, como la procedente de las Cofradías de Pescadores, que dedican su vida a la mar y que tienen que luchar no solo contra las restricciones o el temporal, sino contra los furtivos.