En “El porqué de los dichos”, José María Iribarren sostiene que el Tío Paco es un “famoso personaje proverbial, en quien representamos la experiencia, el desencanto y el desengaño”, y que su uso procede de un latiguillo tradicional castellano. Aquí, en Ferrol, el tío Paco era otro; uno aficionado a enviar las malas noticias -ceses, destituciones...- por motorista durante 40 años. Ayer vino el tío Paco con las rebajas. Las rebajas de verano, que a los comerciantes les dejan un sabor agridulce. Se vende más, es cierto, pero a los dueños de las tiendas no les hace demasiada gracia tener que aplicar descuentos a la ropa en el primer día de calor.