Dulces, tiernos, frescos, con un color verde brillante, así son los grelos que se degustaron y que por “madas” se compraron ayer en la feria de Xestoso, en Monfero. Largos mostradores de este bien, que es un manjar de la época. Quienes no hayan podido acudir a Xestoso tienen en breve una nueva cita en la Feira do grelo de As Pontes. Qué no falte este manjar y haya ese ansiado relevo generacional.