Con la cuenta atrás activada para el Felicia Pop –que comienza hoy en el local Casa Ardá (Limodre)– desde la Línea de la Concecpción (Cádiz), ya hay quien prepara las maletas para cruzarse la geografía nacional con tal de ser parte de uno de los eventos más icónico dentro de las noches de la comarca. 

La Perra Blanco es joven, nació en la provincia gaditana en 2018 pero que su edad no confunda a nadie, puesto que la trayectoria y los conciertos previos dicen mucho más de un músico que cualquier otro número.

Ha estado en Galicia varias veces y admite que “siempre es un placer volver” así que no es de extrañar que después de Santiago o A Coruña les toque a las noches fenesas, en concreto a la del sábado, a partir de las 00.35 horas siendo prácticamente la encargada de bajar el telón de esta edición del festival. 

Su música tiene casi un siglo y empezó como un trabajo de retrospectiva personal. En una cuna de músicos, ella fue autodidácta en el mundo de la guitarra y, a pesar de empezar con melodías más contemporáneas su búsqueda personal le obligó a deshacer camino y llegar “al momento más primitivo del rock”, es decir, aquel de las décadas de los años 40 y 50.

“Tocamos rock and roll, pero con un punto actual que es indefinible. Esto quizá es porque yo no soy antigua, nací en 1995”, bromea la cantante, y continúa explicando que lo suyo es más que música ya que “hacemos algo muy divertido que suele impactar al público. Va más allá de sentir la música, es un show explosivo y bastante enérgico”. 

La Perra Blanco viene cargada de energías, como en todas sus actuaciones y buscando expectación, para ello confiesan que “contamos mucho con el factor de la improvisación, lo que provoca que, al final del día, cada concierto sea diferente”.