La imagen de los más pequeños de la casa abriendo los regalos que les han dejado los Reyes Magos se repite cada 6 de enero. Pero no es la única. A medida que avanza la jornada, los contenedores de residuos instalados por todo el territorio de los diferentes términos municipales comienzan a llenarse con los restos de envoltorios y las cajas que servían “de abrigo” para los detalles con los que hemos sido agraciados –en el caso de habernos portado bien–.
Es la “Cara B” de la visita de sus Majestades de Oriente. Con ella terminan las vacaciones y las prisas por recoger la decoración o el árbol de Navidad acrecientan una mala costumbre que, “por suerte”, cada vez se repite menos: la de mezclar los diferentes tipos de residuos o abandonarlos, incluso, en muchas ocasiones, fuera del contenedor. Es un hecho que reciclar está cada vez más asentado en los hogares, pero es importante no olvidar hacerlo, también, en estas fechas.
Aún así, todavía es “normal” observar los diferentes depósitos de los que disponemos en los concellos de las comarcas –el verde, el amarillo, el azul y ahora, en muchos casos, también el marrón para los biorresidos– rebosando sin apenas haber llegado al mediodía. Los restos de comida, vidrio, envases de plásticos, y papel y cartón, deben depositarse cada uno en su lugar correspondiente.
Es habitual que en estas fechas el volumen de basura recogida sea más elevado. Según los datos de la Oficina de Estadística Europea (Eurostat), en España se producen unos 440 kilos de residuos en el hogar por persona, es decir, un total de 21 millones de toneladas de desperdicios al año –el 42 % de los desechos de alimentos, por ejemplo, se origina en los hogares, tal y como recoge el Ministerio para la Transición Ecológica–.
Tras el planeta, los siguientes más perjudicados son aquellos trabajadores y trabajadoras de las empresas concesionarias que, después de un día festivo, se encuentran con un volumen de trabajo desorbitado y caótico.
Por todo ello, pensar en gestionar mejor nuestros residuos, también los navideños, debería ser uno de nuestros primeros propósitos del año nuevo.