Fiesta, tradición y devoción se dieron ayer la mano en una nueva edición de la romería del Voto de Chanteiro, organizada como es habitual por los Ayuntamientos de Ares y Mugardos.
El origen de esta festividad se remonta a comienzos del siglo XV, cuando la gran peste afectó a Ferrol y su comarca. A la mediación de la Virgen de la Merced –cuya ermita está ubicada en Chanteiro– se le atribuye el final de esta epidemia y desde entonces se le rinde tributo a través de un voto que se renueva cada año. Curiosamente, otra pandemia –la de la Covid-19– impidió, sin embargo, que esta tradición se llevase a cabo desde 2019 y hasta el pasado ejercicio.
Así las cosas, durante toda la jornada la ermita de la Mercé congregó a múltiples romeros llegados desde diferentes puntos de la comarca, la mayor parte de ellos procedentes de los municipios organizadores.
Y es que, como cada año, ambos Consistorios fletaron un servicio de autobús –que recorrió varios lugares de cada municipio– para que los vecinos y vecinas pudiesen participar.
El transporte partió de ambos concellos alrededor de las diez y media de la mañana, recorriendo San Xoán de Piñeiros, O Seixo, Franza y A Pedreira en el caso de Mugardos; y O Pedregal, Pezoas, Seselle, Porta do Sol, Lubre y Cervás en el de Ares. Un servicio que posteriormente realizaría el camino de vuelta a las 14.00 horas y a las 19.00.
Ya al mediodía tuvo lugar el acto litúrgico, que dio paso a las habituales actuaciones del Grupo de Gaitas Aresán, que amenizó el entorno de la romería. Además, se repartieron raciones de empanada y bebidas entre los asistentes.
La concejala de Cultura del Concello de Ares, Alma Barrón, resaltaba en los últimos días la importancia de mantener viva esta tradición “arraigada nos municipios de Ares e Mugardos”.
La responsable aresana expresaba su deseo, además, de ver la ermita de nuestra Señora de la Merced “chea de romeiros e romeiras que gocen e vivan intensamente esta celebración”, un anhelo que se cumplió con creces. Las agradables temperaturas de la pasada jornada animaron a que un buen número de romeros acudiesen a Chanteiro.