Los marcadores de la última jornada de liga no son del todo indicativos de las buenas sensaciones con las que terminan el año los conjuntos de Deus y Basoa. Tanto el Dispensán Café Pontedeume como el A Esperanza Comidas Bar Balonmán Narón cedían en su noveno partido del curso: los primeros, por 36-30 ante el Sanxenxo, en un choque “más igualado de lo que puede parecer por el resultado”, valoró el preparador de los eumeses; el equipo naronés tuvo lo que su técnico solo pudo definir como “un mal día”, superados por el Lavadores Vigo B por 34-22.

El partido disputado en Sanxenxo comenzó a torcerse para el Dispensán en los últimos minutos de la primera parte, desprovisto además el equipo de veteranos como Marcos Fraga o Álex Sánchez, en un choque en que, estimó Deus, “pecamos de falta de experiencia y concentración en momentos clave”. Tras la derrota, el equipo se posiciona en el sexto lugar de la tabla A.

Por su parte, el Narón terminará el año todavía en la zona noble de la clasificación del grupo B. Si en su partido de ida contra el Lavadeiros los de Basoa vencían con una renta en el doble dígito, en su segundo encuentro “nos tenían mejor estudiados, plantearon un buen partido”, contó el preparador, señalando que se fueron al descanso 17-4.

Buenas impresiones

Pensando en lo que va de temporada antes de acabar el año, ambos entrenadores hablan de sus equipos con las mejores palabras. Tanto la escuadra eumesa como la naronesa cuentan con muchos jugadores debutantes en la categoría, por lo que el aprendizaje y la adaptación a la competición son metas básicas.

“Las sensaciones son maravillosas en el cómputo general”, compartió Basoa, señalando que los suyos “están compitiendo contra equipos con más bagaje, es sorprendente. Les digo siempre que todo lo que venga a partir de ahora es un regalo”.

Expresaba algo similar Deus, “ahora que nos tocaban equipos del paquete de arriba notamos que seguimos mejorando. El objetivo es ese, que la gente vaya cogiendo experiencia y creciendo”.  

Antiviolencia 
 

El primer partido del nuevo año para naroneses –local, contra el Moaña– y eumeses –a domicilio, contra el Arteixo– se dirimirá a puerta cerrada, como parte de una iniciativa antiviolencia impulsada por la Federación Autonómica, sus clubes y el colectivo arbitral. Esta decisión de carácter simbólico se extenderá hasta el 18 de enero, motivada por un reciente incidente acaecido en un partido de base entre el Sanxenxo y el Rasoeiro, durante el que un espectador agredió a un familiar del joven colegiado que arbitraba el encuentro.