El Baxi Ferrol cerraba un ciclo en Ponta Delgada, dejando un balance de cinco victorias y una sola derrota en la fase de grupos de su primera temporada en Eurocup tras dominar con comodidad en el grueso de su partido ante el Sportiva Azoris/Hotels.
Sin nada que perder pero con mucho que demostrar, salían las anfitrionas a la cancha con la intención de morir matando. Al menos, en los compases iniciales del partido, durante los que lograrían llevar una tímida y breve delantera, con el Universitario en persecución en un arranque de juego con pocas canastas hasta llegar al ecuador del primer parcial (6-4). Calentaban motores las de Lino López, de menos a más en lo defensivo, aunque sin la incidencia ofensiva suficiente como para ir más allá del 11-15 expirados los primeros diez minutos.
En pista para el segundo parcial, Menéndez, Sánchez Ramos, Morro, y las veteranas Mestres y Pospíšilová. La primera empezaba a dar aire a las suyas en el marcador con un triple (13-20), desprovista de marcaje con la escuadra local más focalizada en el poste bajo. Al poco le seguía la checa, con suerte esta noche desde la línea de tres, bailando sus compañeras el balón por fuera para hacerlo llegar a sus manos, y en una similar, ponía Mestres el 13-28 que consolidaba la marcha del Baxi en el marcador.
La síntesis de defensa en zona, abrasivos uno contra uno y desparpajo en el robo anulaban a un Sportiva superado, tal y como el preparador visitante pedía a sus jugadoras antes de partir. Tan solo cuatro puntos sumarían las de la elástica blanca en el cuarto que precedió al descanso, por otro lado, contribuyendo de uno, dos o tres la práctica totalidad del cinco ferrolano en pista –bastante uniforme sería el dato de puntos entre las más anotadoras al término del encuentro– . Una Lewis enrabietada saltó a por un último rebote, finalizando con autoridad antes de ir al banquillo con el 15-34
Empujadas al exterior probarían su suerte las del Sportiva tras la reanudación, si bien en un punto del encuentro en que el acierto no estaba de su lado, salvo por una solitaria aportación de Serralheiro que metió al conjunto local en la veintena de puntos (20-47). Aparecían los huecos para el Universitario, que no relajaba la intensidad de su asedio, animándose a regalar vistosas dejadas de espaldas al aro jugadoras como Morro o Menéndez.
De nuevo en lo defensivo, sin gozar de la superioridad se lanzaban las locales a por el rebote con garra y se asociaban en el juego sin balón, contándose en bloques de minutos los periodos de sequía en el lado opuesto del marcador, que luciría al final del tercer tiempo con un abismal 26-62.
Con pocos recambios aun jugando en casa, pesaba el choque más para las portuguesas en los últimos diez minutos. Las rotaciones de banquillo en lado ferrolano se orientaban más a la introducción en pista de quintetos menos frecuentes. Melia y Collins jugaron codo con codo, durante buena parte del encuentro, asistiéndose mutuamente en el interior de la pintura, la estadounidense apostada con frecuencia en la zona de poste alto para dar la sorpresa también desde la media distancia.
Desde la línea de tiros libres –11 de 13 encestarían las de la elástica azul en el pabellón Sidonio Serpa– pondría la irlandesa los 40 puntos de ventaja, firmando cinco canastas consecutivas (30-72) antes de que, en lo que fue una constante contribución conjunta al electrónico, Millán le tomase el relevo para postularse en los últimos compases del partido como la máxima anotadora visitante con 16 puntos, de dos en dos hasta que sonaba la bocina para dejar de contar al llegar al 37-82.
Sportiva/AzorisHotels (11+4+11+11): Inés Bottelho, Pamele (1), María Caetano, Rita Rodríguez, Isabel Matos (2) –equipo inicial-, Alison Lewis (18) y Mariana Pereira (5), Monique Soares (9), Leonor Serralheiro (3) y Carlota Cymbon.
Baxi Ferrol (15+19+24+20): Claire Melia (10), Julie Pospíšilová (13), Àngela Mataix (5), Moira Joiner (3), Mimi Collins, –equipo inicial–, Gala Mestres (9), Blanca Millán (16), Alba Sánchez Ramos (6), Noa Morro (10) y Carlota Menéndez (6).
Árbitros: Valerio Grigioni, Irene Frosolini y Pierre Gilis.