El Racing superó hoy sobre la bocina una “semana complicada”, como así lo manifestó un serio Cristóbal Parralo tras el empate “in extremis” firmado en casa. La incertidumbre de las bajas de varios de sus jugadores se traspasó a un partido en el que a su formación “le ha faltado esa seguridad con el balón”, confesaba el preparador.
Así las cosas, Parralo saboreó ese “punto importante, sobre todo cuando lo rescatas a última hora y cuando menos posibilidades tienes”. En un partido “competido” en el que, además de la citada inseguridad, para el preparador a su grupo “nos ha costado mucho presionar al rival para que ellos pudiesen cometer errores. Hemos separado mucho las líneas”, analizaba, señalando asimismo que en la segunda parte han intentado corregir estas situaciones. Si bien el tanto de Bautista en el minuto 52 llevó a los ferrolanos a cambiar de nuevo el plan “intentando de nuevo apretar arriba, haciendo cambios para modificar la dinámica del partido. El equipo en los últimos 20 minutos ha empujado, ha tenido corazón para intentar buscar el empate”.
Los cambios, precisamente, que el preparador realizó en el minuto 80 –con la entrada de Vadillo y Sabin Merino– fueron una de las claves de la consecución del empate en casa. Un trabajo que Parralo extendió a Manu Justo, Cubero, Clemente... –”que ha salido en un momento muy complicado, jugando a pierna cambiada”–. El técnico quiso “felicitar por cómo han salido los jugadores, la actitud que han tenido. Satisfecho con el trabajo y con muchas cosas que analizar y mejorar”, apuntó el entrenador.
Un partido en el que el trabajo en equipo consiguió arañar un punto en un duelo en el que la conclusión más positiva para Parralo es que “el equipo es un grupo muy fuerte y estas circunstancias las supera porque están todos juntos. La actitud ha sido la de no rendirse hasta el final, pero hoy nuestro fútbol es mejorable”. Un pundonor que le permite al Racing seguir soñando.