Podría haberse definido a cara o cruz, pero el derbi gallego de la LF Endesa se decidió por una canasta en absoluto azarosa. Ni 24 horas habían pasado desde que el Baxi Ferrol bajó del avión cuando se agenciaban una cuarta victoria consecutiva, nada menos que ante el Duran Maquinarias Ensino Lugo, logrando imponerse a contracorriente a sus vecinas en un último cuarto de infarto para toda A Malata.
Estas hacían inmediatamente evidentes sus intenciones con un marcaje agresivo —vistoso era el duelo de bases entre excompañeras, con Claudia Soriano pegándose como una lapa a Mataix— que no dejaba respirar a las locales, incapaces de conectar y generar con comodidad durante los primeros cinco minutos del encuentro. A los balones robados por unas rivales incombustibles, se unía la ocasional perdida no intencionada que cabría esperar de un equipo aguerrido, pero menos fresco de lo que empezaba la semana.
El primer cambio en la escuadra ferrolana daba a entrada a Millán, bien familiarizada con las rivales y posible solución al bloqueo ofensivo que no permitía al Universitario sumar más a allá de la línea de tiros libres, algo que igualmente no conseguirían hasta tres minutos antes de terminar el cuarto, precisamente cortesía de la santiaguesa (7-14). Siguió López refrescando activos, y a la pitada salida hacia el otro banquillo de Rachel Howard —especialmente duro se mostró el público con sus antiguas estrellas— regresaba al parqué una vitoreada Mestres en su primer partido desde el choque con el Sportiva.
Todavía en superioridad terminarían las de Pernas el primer cuarto con el 12-18, y Bettencout y Castedo se encargaban de seguir agrandando la diferencia para irse casi de nueve. Sin encontrar huecos junto a ninguno de los palos y apretando los dientes arañaban puntos las anfitrionas, que demostraban que eran capaces de remontar a pesar de todo.
Seguían intratables las visitantes, lista para cubrirse entre sí y al unísono como una marea roja cuando la batalla se desplazaba al interior de la pintura, saltando a uno para hacerse con rebotes y tantos. Llegarían acomodadas en el marcador antes de irse al descanso (26-34), pero enfrentadas ahora sí a un Baxi acechante.
El cinco inicial se personaba en la cancha para un nuevo y, esta vez, más prometedor inicio. Mataix se adentraba con poca oposición en el corazón de la pista contraria y estrenaba el electrónico. Tras detener la próxima jugada de las contrincantes, iniciaban las de la elástica azul un contraataque que, sin dar frutos, daba indicios de que el Baxi estaba muy vivo.
Pero lo mismo podía decirse del Ensino. Howard demostró su buen hacer desde la línea de tres para dejar clara su condición de líderes, pero Joiner daba la réplica y ponía a las suyas a tan solo siete puntos, sumando luego de dos en la siguiente iniciativa de ataque y embolsándose dos tiros libres que, bien finalizados, consolidaron la remontada de las locales a 37-39.
Una enmascarada Julie Pospíšilová se hacía superheroína cuando, con su primera canasta de la noche, colocaba al Baxi finalmente por delante. Se hacían y deshacían las ventajas de dos a un lado y otro del marcador, pero Melia daba un último sprint para irse al último cuarto con las suyas por delante 44-43.
Transcurrieron a continuación diez minutos de derroche baloncestístico en A Malata, dando continuidad a esa tónica de idas y venidas en el electrónico, con el tiempo más en contra que nunca para ambos conjuntos. Con menos de dos minutos por delante lograban marcar distancias las visitantes (52-59), pero una escuadra local vencedora buscaba el triple y la falta. Con un bote bajo y cruzado asistía Melia a una Mestres que igualó las cosas con un 59-59.
Con menos de diez segundos por delante y en sincronía perfecta con el cronómetro, de nuevo Mestres, feroz y desbordante, perseguida por fuera de la línea de tres, buscó el tiro a media distancia, un disparo que, lejos de ser fruto del azar, bajaba por la red encapsulando la calidad de una jugadora que logró reclamar la victoria para su equipo con la bocina como banda sonora (61-59).