El año promete terminar por todo lo alto para O Parrulo Ferrol. Los de Casas se personarán este viernes por la noche –a las 21:45 horas– en el Municipal de Lugo, donde jugarán su último partido de 2024 ante el Lugo Sala, un derbi navideño protagonizado por los únicos conjuntos gallegos en Segunda, a su vez, rivales directos en la clasificación.
Para la ocasión, la pieza clave del plan “parrulo” consistirá en “igualar ese extra de motivación” que esperan de los anfitriones, explicó el jueves el veterano Rubén Orzáez. “Sabemos todos la importancia que tiene el partido”, añadió, si bien su preparador apostaba por tirar de psicología inversa, “intentar estar tranquilos, no jugar sobreexcitados para cometer el mínimo de errores posibles”.
Delante tendrán a unos contrincantes de sobra conocidos. Por un lado, se miden a exparrulos como Diego Nuñez, Miguel Muñoz, Yago Tenreiro o Iago Rodríguez, varios de ellos, defensores del escudo durante la última incursión del equipo en Primera. Rodríguez, junto a Alex Díz, los jugadores a vigilar según Orzáez, “los que mueven el equipo”, estimó, si bien, y al igual que su entrenador, no consideran que el Lugo Sala “dependa mucho de individualidades”. “Al final llevan muchos años jugando juntos todos, esa es su mayor fortaleza”, afirmó el madrileño.
Esperan toparse con un equipo muy diferente al que vencían en el choque amistoso dirimido en septiembre. “En pretemporada y en las primeras jornadas empezaron jugando como lo estaban haciendo en Segunda B, creo que sufrieron, vieron que se tienen que adaptar y lo han hecho muy bien”, valoró Orzáez.
Casas complementaba esa impresión señalando que “modificaron el planteamiento de los partidos y les está sirviendo para sumar muchos puntos”, especialmente en su fortín, recalcó el técnico, que recordó que los de Guille Martínez han vencido en tres de sus últimos cuatro duelos domésticos –El Ejido, La Nucía y al Ceutí–. A su vez, contaba que, allá por pretemporada, “nosotros acabábamos de empezar, con la mitad de la plantilla muy nueva, y creo que hemos cambiado mucho desde ese día”.
Y es que al echar la vista atrás, tanto jugador como entrenador ponen en valor los avances experimentados por la nueva escuadra parrula, protagonista en la que está siendo una era de cambios para el club de la ciudad naval. “Creo que todavía seguimos cometiendo algunos errores de juventud”, reconoció Orzáez, “pero al final, sobre todo en el hambre o en la actitud de coger responsabilidades, los jugadores más jóvenes han dado ese salto que les demandábamos”, contó.
Coincidía el técnico catalán que, con todo, y aun anticipando “una primera vuelta dura” para un equipo acoplándose a varios niveles, consideraba que “hemos merecido más puntos de los que tenemos”. Actualmente, O Parrulo ocupa el décimo puesto de la tabla, una tranquilidad que Orzáez definía el jueves como “irreal”, “se está viendo como es la competición, que ganas dos partidos y empiezas a mirar para arriba. Piensas que vas a jugar el playoff sí o sí, pasan dos semanas, pierdes dos partidos y miras para abajo”, relató el cierre.
“La liga está locamente igualada”, sintetizó Casas, “ganamos tres partidos seguidos y estuvimos a un punto de playoff, pero también estuvimos varias semanas en descenso”. Por ello, y dado lo extenso de la competición, no consideran que lo que suceda esa noche, ni contra el Melistar tras el parón –última cita de la primera vuelta–, afecte del todo al desempeño futuro del equipo, si bien admiten que conseguir la victoria en Lugo les permitiría pasar las vacaciones algo más tranquilos.
Tirando de filosofía parrula, van con todo al derbi y como resumía Casas, se disfruta más “cuando nos jugamos la vida. Creo que es lo que nos engancha del deporte y a nuestras profesiones”.