El Maestro Internacional Diego Guerra Bastida sumó su primer título gallego en 1989, como él mismo recuerda, y hace unas jornadas en Padrón, en su regreso a esta competición, inscribía su nombre, de nuevo, como el mejor absoluto. Una sorpresa incluso para él, ya que el integrante del Círculo Ferrolano, de 53 años, volvía a esta cita para “conseguir el título de mayores de 50”, confiesa.
“Fui de menos a más”, señala el IM Guerra en una cita en la que las tablas en segunda ronda con Manuel Anxo Cabanas –sobre el papel, un rival más débil que el ferrolano– le hicieron dudar de poder alcanzar su objetivo, “pensé que ya no tenía posibilidades, pero al final puede ganar el torneo”. Un título que, como bien quiere aclarar el Maestro Internacional “no significa que sea el mejor ajedrecista gallego. Soy campeón autonómico pero no soy el mejor”, sentencia.
El regreso de Fernández Borrego, Pazos y el fichaje de Morales nos han salvado
Una competición en la que, además, el también ferrolano, si bien en las filas del Xadrez Ourense, el FM Henrique Rey Malde ocupó una sexta posición que para el IM Guerra “tendría que haber sido mejor”, señala, “no debió perder la partida de la última ronda”.
El ajedrecista ferrolano forma también parte de un equipo de División de Honor gallega que está viviendo una segunda juventud en la máxima categoría autonómica. El regreso de los FM Pablo Fernández Borrego y Tone Pazos, junto el fichaje del cubano Marco Antonio Morales, ha catapultado al equipo ferrolano a la segunda posición de la tabla. “Hemos hecho un buen fichaje, que nos ha salvado”, comenta Guerra, “junto con el regreso de Pablo y Tone”, recordando que en las anteriores campañas el equipo a punto estuvo de perder la categoría. “Son tres puntos que son fundamentales y todo el talento”, apunta Guerra sobre una campaña en la que su equipo puede estar peleando por el título, en lugar de la salvación.
El IM ferrolano, que se enfoca, además de en la liga, en el próximo Campeonato de España, apuesta por la promoción de una disciplina en la que a él le engancharon “las combinaciones, son muy bonitas. Cómo ganar la partida en pocas jugadas, el mate del loco –a realizar en dos jugadas– o cosas así”, cuenta Guerra “creo que a las niñas y niños les gustarían, a mi me sorprendieron y me gustaron mucho”.