Fin de curso en A Malata

Fin de curso en A Malata
David Castro espera aportar su granito de arena para la remontada de la escuadra verde | alfaqui

Tardará mucho el Racing en olvidar la temporada 22/23. Además de por el ascenso a Segunda, también por la comunión que ha demostrado con una afición que ha ido poco a poco a más y por la ilusión que ha generado en una ciudad que vibró con su equipo como hace mucho que no hacía. Ahora, el partido de vuelta de la final de campeones que lo enfrenta al Amorebieta esta tarde –18.00 horas, A Malata– le brinda la posibilidad de coronar la campaña con el título. Pero no será una tarea fácil, porque tendrá que enjugar los tres goles de desventaja que trae de la ida.
 

Con la tranquilidad de haber asegurado ya el premio gordo, el encuentro de esta tarde se encara como un reconocimiento. Un homenaje a una plantilla que ha sido capaz de sobreponerse a todo tipo de adversidades para acabar logrando el ascenso directo, un tributo a una afición que mañana volverá a estar cerca de llenar A Malata y una despedida a un capitán, Joselu, máximo goleador de la historia del club, que pone punto final a su carrera por culpa de una lesión de rodilla.

 

Dificultad

No parece fácil la tarea de remontar tres goles de desventaja para llevarse la victoria en esta final de campeones. Al menos, lo visto en el partido de ida, en el que el Racing disparó a puerta mucha más veces que el adversario –18 por 7– le da esperanzas de cara a conseguirlo. De hecho, la escuadra local está convencida de que si es capaz de repetir el bagaje de disparos que realizó en el Municipal Urritxe tendrá muchas posibilidades de darle la vuelta al emparejamiento.
 

De ahí que, además de dar minutos a todos los integrantes de la plantilla, el entrenador del cuadro verde, Cristóbal Parralo, vaya a apostar por los jugadores más ofensivos que están a sus órdenes. Será la manera de alcanzar un resultado que el equipo ferrolano ya ha conseguido cinco veces en lo que va de campeonato y que le haría poner la guinda a una temporada que ha sido inolvidable y que hará que el cuadro verde juegue en la categoría de plata del fútbol español, a la que regresa después de quince años de ausencia.

Fin de curso en A Malata

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