“La falta de contundencia nos penaliza muchísimo”, “si no somos intensos pasa lo que pasa”, “hay que exigirse más” o “no se puede navegar por el campo” fueron algunas de las frases que dijo Alejandro Menéndez tras acabar el partido del Mirandés en el que el Racing cosechó una nueva goleada (4-1). La quinta de la temporada.

La formación verde ha perdido esa fortaleza defensiva que exhibió el año pasado. Ni el cambio de sistema ni el nuevo entrenador cerraron una brecha que no hace más que ampliarse y que conduce al abismo de la Primera Federación.

No puede ser que un equipo que aspira a salvarse encaje tantos goles. Es la quinta ocasión en esta campaña en la que los ferrolanos reciben cuatro goles o más: Albacete (1-4), Oviedo (1-5) y Almería (1-4), Racing de Santander (6-0) y Mirandés (4-1). Además, tres de ellas fueron en casa –ante el cuadro manchego, el asturiano y el andaluz– que se supone que tiene que ser un fortín. El curso pasado lo fue y este año también tiene que serlo.

Esa cantidad de tantos está haciendo mucho daño al equipo, ya que en los 26 choques que ha disputado –tiene aplazado el partido contra el Burgos que se disputará el 5 de marzo–, ya lleva 41 goles en contra.

Para poner en contexto, la temporada pasada recibió 52 en 42 duelos –la única vez que le metieron cuatro dianas fue ante el Albacete y acabó ganando el partido (5-4)– , mientras que la campaña 2007-08, la última que había jugado en la categoría de plata hasta el ascenso de hace dos años, encajó 51 –su peor resultado fue ante el Málaga (4-2)–. Por lo que el estado de urgencia es máximo.

Por ello, el trabajo que tiene por delante Alejandro Menéndez es muy duro. El asturiano ya se ha visto en estas situaciones y sabe lo que tiene que hacer. Ya lo dejó claro el otro día. Si algo no funciona, lo cambia. La afición espera que este sábado empiece la nueva tendencia que sirva para conseguir la segunda victoria en casa.