La comprensible impotencia siguió a un duelo de semifinales de la final 4 en el que el A Esperanza Comidas Bar Balonmano Narón cayó derrotado ante un Moaña al que había superado poco más de diez días antes. En esta ocasión, en esta fase final disputada en Bueu, los de Brais Caneiro cedieron por un marcador de 30-25 y, una vez superada la decepción inicial “viendo de nuevo el partido, estoy muy contento de como jugamos” apunta el preparador local.
Y es que una de las claves de este traspié local, en la que fue su segunda final 4 consecutiva por el regreso a Primera Autonómica, fue el frenazo que supuso a su defensa la línea arbitral. “No pudimos mantener ese nivel”, señala Caneiro, recibiendo como “castigo” tres exclusiones en cuatro minutos, al término del primer tiempo y al inicio del segundo, tras llegar al descanso 15-14.
Hasta ese momento, los naroneses habían encontrado su ataque y soluciones durante el duelo, pero esta situación condicionó su partido. Así, a falta de diez minutos, el grupo de Narón optó por un juego ensayado de siete con su portero, que les proporcionó unas dianas que, finalmente, no le pudieron dar el triunfo. El domingo, Caneiro dio minutos a todos sus jugadores y priorizó el disfrute de este último choque ante Sanxenxo, cediendo 38-34. “Nos quedamos con el trabajo que hemos hecho durante toda la temporada”, apunta Caneiro, disfrutando ahora de un merecido descanso hasta la disputa del Torneo Cidade de Narón.