Ya sabe el Intasa San Sadurniño lo que es acabar la Superliga sin opciones de repetir estancia la próxima campaña. Ya le sucedió a los de por aquel entonces Charly Suárez en 2019, semanas antes de lo que les pasó a los dirigidos ahora por Agustín Rodríguez.
El conjunto azulón se despide, ahora sí, de la elite estatal, y lo hace tras quemar su último cartucho el pasado miércoles en un repleto pabellón municipal ante un Boiro que también tenía cosas que “arreglar” en esta recta final de la competición. El Intasa recibe a un Leleman Valencia –18.00 horas, Municipal– que, si bien a comienzos de campaña partía como rival de cara a la lucha por la permanencia con los de San Sadurniño –ambas escuadras lograron el ascenso el pasado año, precisamente en tierras valencianas–, su actuación más regular durante este ejercicio les dio a los mediterráneos la salvación hace ya varias jornadas.
Un año después
Así, los de San Sadurniño y los valencianos se volverán a ver, casualmente, las caras casi en el aniversario de su ascenso, aunque en este caso serán solo los visitantes los que puedan celebrarlo cuando termine el encuentro en el pabellón municipal. Lo que sí que quieren celebrar los de Agustín Rodríguez es el poder realizar un buen último encuentro, de cara a dar una alegría a la afición local, “un último regalo”, como así lo manifestó el preparador argentino poco después de que su formación consumase el descenso el pasado miércoles.
Y es que tras ceder en el tercer set, y ya sabiendo que a pesar de ganar no podrían continuar en la categoría, los de San Sadurniño quieren ahora hacer un gran partido en la que será, de momento, la última aparición de los locales en la máxima categoría del voleibol español.